El Consejo Empresarial Brasileño para el Desarrollo Sostenible (CEBDS) instó este viernes al Gobierno de Jair Bolsoaro a perfeccionar los sistemas de control y vigilancia para la extinción de la deforestación ilegal en la Amazonía, que lleva días ardiendo a raíz de diversos incendios.
El CEBDS, cuyas empresas asociadas representan unos ingresos equivalentes al 45 % del PIB brasileño, detalló en un documento 10 propuestas para un país sostenible, entre las que destacan la disminución de la emisión de gases tóxicos, el fin de la deforestación ilegal y la reducción de la deforestación autorizada.
Para el Consejo, algunos de cuyos miembros participaron en la Semana del Clima de Latinoamérica y Caribe, organizada por la ONU y celebrada en Salvador (noreste), el control de la deforestación “es la opción de menor costo”, tanto privado como social, para el combate del cambio climático a corto plazo.
El documento dice, sin embargo, que para dar “viabilidad” de dichas propuestas, es “fundamental” aliar los “instrumentos financieros, incluso la precificación del carbono y de mecanismos internacionales de compensación financiera” en favor de la preservación.
El CEBDS sostuvo que la política ambiental debe estar en el centro de una “agenda estratégica” no solo de los gobiernos federal y regionales, sino de “todo el país” y así hacer frente al cambio climático y sus consecuencias para el planeta.
Subrayó además que el combate eficaz a la creciente deforestación evita que los “costes de mitigación” sean transferidos para los sectores productivos del país.
Asimismo, el mecanismo compuesto por cerca de 60 de los mayores grupos empresariales de Brasil, señaló que la conservación de la Amazonía y de otras áreas bióticas contribuye para el crecimiento de las “oportunidades de negocios” y la “valorización del patrimonio histórico” del país.
También reiteró que “no existe controversia entre producir y preservar”, ya que la mayoría de las empresas pioneras en diversos sectores productivos, sobre todo en el agropecuario, “ya reconocen el camino del desarrollo sostenible” y las “buenas oportunidades de negocios” que genera.
Según datos oficiales divulgados esta semana, solo entre enero y agosto de este año, Brasil registró un total de 71.497 focos de incendio, el mayor número para el periodo en los últimos siete años. De estos, poco más de la mitad se han producido en la Amazonía.
Los vastos incendios que consumen parte del mayor pulmón verde del planeta han desatado una polémica internacional y han generado críticas de diversos líderes europeos contra las políticas ambientales de Bolsonaro, quien por su parte ha denunciado que en el mundo existe una “histeria ambientalista”.