Feligreses de la parroquia de San Carlos Borromeo, del poblado chabolista de Entrevías, en Madrid, han entregado hoy en la Nunciatura una carta dirigida al papa Francisco en la que piden la excomunión de los responsables de la decisión de colocar “cuchillas” en la valla fronteriza de Melilla.
“La actuación del Gobierno, al ser radicalmente inhumana, choca y se contradice con el Evangelio y con la práctica del seguimiento a Jesús”, han denunciado.
Los firmantes de la misiva, que se definen como “gente sencilla que se deja interpelar por las palabras de Jesús”, han afirmado que la petición de excomunión no es un “castigo” para los culpables“.
De hecho, busca el “arrepentimiento del delincuente” y la retirada “inmediata” de las concertinas, que atentan contra la “integridad física, la libertad y la dignidad de cualquier persona”.
Han manifestado su “profundo desconcierto” porque quienes han ordenado la instalación de las “cuchillas asesinas” y deciden mantenerlas “se declaran abiertamente católicos”.
Concretamente, han criticado a la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, por “equiparar a los inmigrantes con delincuentes” al afirmar que las concertinas “cumplen la misma función que las vallas de las cárceles” y al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por asegurar que “son pasivas y sólo causan erosiones”.
“Se necesita especial desvergüenza para decir estas cosas tan cínicas, después de ver las fotografías espeluznantes con jirones de ropas ensangrentadas, de tantos y tantos inmigrantes heridos, de las manos cortadas, de los brazos desgarrados y hasta de una víctima que murió desangrada”, han concluido.