Tras estar atrapado en el concepto de dignidad, el hilo conductor del libro que publicará en septiembre, el filósofo Javier Gomá ha debatido este lunes con el público de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre esta idea, que a su juicio debe sustituir a la de felicidad porque está “anticuada”.
Gomá ha compartido un coloquio con quienes se han acercado a las caballerizas del Palacio de la Magdalena, en Santander, para presenciar la apertura del ciclo “En Contexto”, que por primera vez organiza la UIMP con el fin de acercar la institución académica al público a través de conversaciones directas con personalidades.
Tras hacer un repaso histórico de lo que ha sido la dignidad, que según Gomá nunca se ha llegado a definir por la filosofía ni tampoco ha protagonizado ningún libro, el autor lo ha considerado, por ejemplo, “lo resistente a todo” o “lo que estorba”.
Javier Gomá (Bilbao, 1965), autor de la “Tetralogía de la ejemplaridad”, que ve al escritor como “un conjunto de palabras a las que les dota de un mayor significado”, ha dicho que “escasean” los libros que invitan a llevar una vida digna, concepto que históricamente se ha ligado al de miseria.
En su opinión, la dignidad “tiene la ventaja respecto a la felicidad”, ya que incluso teóricos de la felicidad, como Aristóteles, “tienen que reconocer que el ejercicio de las virtudes aumenta la probabilidad de ser feliz pero no te garantiza nada”.
“Incluso haciendo cola para entrar en una cámara de gas de Auschwitz uno puede mantener la dignidad”, ha asegurado el filósofo vasco, antes de añadir que lo ve un concepto más universal que la felicidad.
Al finalizar su intervención, que ha durado algo más de una hora, Javier Gomá ha pasado el micrófono a los asistentes, quienes le han preguntado por asuntos como el origen de la dignidad y quién se la otorga al ser humano o por qué se produce en el siglo XX una universalización de la dignidad, que entre otras “remotas” cosas -ha respondido- se puede achacar a la “traumática” consecución de las guerras mundiales.
El largo turno de preguntas ha continuado más tarde, ya en los exteriores de la sala que ha acogido la ponencia, donde los interesados han seguido trasladando sus dudas y opiniones al filósofo. La rectora de la UIMP, María Luz Morán, ha asistido a este acto.