Alrededor de medio millar de personas se han manifestado este sábado por las calles de Logroño para reclamar el derecho de los padres a no dejar que sus hijos acudan a determinadas actividades de los centros escolares, a través del reconocimiento del denominado “PIN parental”.
La marcha, que ha transcurrido entre el ayuntamiento logroñés y la sede de la Consejería de Educación de La Rioja, se ha desarrollado sin incidentes y ha estado acompañada por dotaciones policiales.
Durante la protesta se han proferido gritos contra el consejero de Educación de La Rioja, Luis Cacho, al que reclaman que reconozca el permiso parental; a su llegada a la consejería se ha leído un manifiesto en el que también hacen esta demanda “frente a la imposición de charlas afectivo-sexuales”.
Según recoge el manifiesto, “esta imposición ha hecho saltar la alarma entre los padres, que se han visto burlados, al violarse sus derechos constitucionales a escoger la formación moral y religiosa de sus hijos”.
Aluden al “abuso administrativo” que consideran sufrir “con la imposición de la ideología de género” y aseguran reconocer “el derecho de los colectivos LGTBI a ser visualizados y respetados” pero “debe hacerse sin violar la moral y la conciencia de quienes no comparten dichos postulados”, aseguran.
Consideran que las charlas en colegios e institutos sobre cuestiones afectivas y sexuales “deberían estar reguladas como actividades extraescolares” y por ello reclaman “su retirada inmediata” de los centros escolares.