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Simón: Que los anticuerpos decaigan no implica que la inmunidad se haya perdido

EFE

Madrid —

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El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha asegurado hoy que el hecho de que los anticuerpos de COVID-19 circulantes decaigan en unos meses no implica que la inmunidad se haya perdido.

En rueda de prensa, Simón se ha referido así a los estudios que advierten del descenso o desaparición de los anticuerpos IGG transcurridos unos meses después de haberlos desarrollado por haber pasado la enfermedad.

Ha recalcado que no se pierde la inmunidad porque existen células de memoria que pueden volver a activar esos anticuerpos y, a modo de ejemplo, ha citado los del sarampión.

Así, ha explicado que la mayoría de la población tiene “inmunidad de memoria” que puede generar de nuevo los anticuerpos contra esa enfermedad.

En cualquier caso, ha pedido esperar a que haya más estudios sobre los anticuerpos, más concretos y sobre mayor población, para poder valorarlos en profundidad.

Simón ha señalado que ocurre lo mismo con los casos que indican que los asintomáticos transmiten el coronavirus, porque la mayor parte de los que se han hecho señalan que “apenas” se produce esa transmisión.

Los asintomáticos, ha dicho, “pueden transmitir poco y mal” la enfermedad.

Simón ha apuntado, además, que la próxima semana probablemente se darán a conocer los resultados de la tercera fase del estudio de seroprevalencia realizado a más de 60.000 personas para medir el nivel de inmunidad de la población frente al virus.

Asimismo, se ha referido al documento del Ministerio de Sanidad en el que advierte de nuevos riesgos asociados al acto de fumar o vapear vinculados con la transmisión de la COVID-19.

Pese a advertir que no se había leído el documento y, por lo tanto, no podía valorarlo, Simón ha reconocido que existen estudios que indican una mayor transmisión por los fumadores, aunque cree que no se deben tomar “medidas exageradas”.

Simón ha recalcado que el coronavirus afecta al sistema respiratorio y que lo hace en mayor medida en unos pulmones dañados por el tabaquismo.

Sin embargo, ha expresado sus dudas sobre los resultados de los estudios que se han realizado hasta ahora sobre el aumento de transmisión del virus al fumar y ha dicho que “la evidencia es muy débil, es muy poco sólida”.