El presidente de PSA Peugeot Citroën, Carlos Tavares, ha trasladado hoy al comité de empresa de la planta de Vigo su reconocimiento del esfuerzo y de los sacrificios de la plantilla, así como su anhelo de que cuando la situación económica sea más favorable, ello tenga reflejo en el apartado salarial.
Rubén Pérez (UGT) ha señalado a Efe que Tavares, hoy de visita en la planta de Balaídos con motivo del lanzamiento del vehículo 12 millones, ha recordado al comité de empresa que en 2012 el grupo estuvo al borde del “estrangulamiento” y que la recuperación no está siendo todo lo consistente que desearía.
Ha aludido también, según las mismas fuentes, a que el sector de la automoción en general tiene una sobrecapacidad de industria instalada en Europa, y por eso ha insistido en la necesidad de la eficiencia y la competitividad, que exige tanto al grupo como a sus proveedores.
Al respecto, ha indicado que los proveedores locales tienen la ventaja de su cercanía respecto a la fábrica de PSA en Vigo, pero estos deben mejorar en eficiencia.
Sobre nuevos lanzamientos desde Vigo, más allá de los modelos de furgonetas K-9, ha hecho un símil futbolístico y ha indicado que los mejores jugadores siempre tienen cabida en la selección.
Rubén Pérez interpreta de estas palabras que PSA apostará por que la factoría viguesa mantenga su actual doble línea de producción.
Los sindicatos han aprovechado la ocasión para trasladarle a Tavares su malestar por el reparto de pluses por objetivos variables cuando en Vigo se han perdido “más de 3.000 empleos” y ha habido “ajustes salariales y sociales”, y en general para que el presidente del grupo “se haga una idea de lo que pasa” en la planta de Balaídos.