El uso del Telescopio Espacial James Webb (JWST) ha revelado características complejas y misteriosas de Saturno, unos hallazgos nunca antes vistos en ningún planeta de nuestro Sistema Solar, explican los científicos que encabezaron la investigación, de la Universidad de Northumbria (Reino Unido). Descubrieron una estructura asimétrica con forma de estrella y unos objetos que se asemejan a perlas oscuras.
Ninguno de esos hallazgos estaba en los planes de los astrónomos, que esperaban ver emisiones en bandas anchas a distintos niveles. No solo se sorprendieron por el qué sino por el dónde, porque permanecen en la misma región donde se extiende el famoso hexágono gigante del polo norte, con una extensión grande que podría albergar a la Tierra.
“Esta oportunidad de usar el JWST fue la primera vez que pudimos realizar observaciones tan detalladas en el infrarrojo cercano de la aurora y la atmósfera superior de Saturno. Los resultados fueron una completa sorpresa”, reconoció el profesor Tom Stallard de la Universidad de Northumbria.
Dos hallazgos desconcertantes
En la ionosfera, el equipo observó una serie de estructuras oscuras, similares a cuentas, incrustadas en brillantes halos aurorales. Estas estructuras permanecieron estables durante horas, pero parecieron desplazarse lentamente durante períodos más largos, describen en su estudio publicado en Geophysical Research Letters.
Más abajo también les esperaba otra sorpresa. Unos 500 kilómetros por debajo, en la estratosfera de Saturno, el equipo descubrió una estructura asimétrica con forma de estrella. Esta inusual estructura se extendía desde el polo norte de Saturno hacia el ecuador. Solo cuatro de los seis brazos de la estrella eran visibles, y dos de ellos, misteriosamente, faltaban, creando un patrón asimétrico.
Por tanto, ambas características estaban en la misma región de Saturno, aunque a diferentes niveles. Los investigadores creen que las perlas oscuras podrían ser el resultado de interacciones complejas entre la magnetosfera de Saturno y su atmósfera en rotación. El patrón estelar sugiere procesos atmosféricos previamente desconocidos que operan en la estratosfera del planeta, añade Stallard.
Los hallazgos de JWST son reveladores, desconcertantes y significativos, porque ambas características podrían tener implicaciones para comprender la dinámica atmosférica en los planetas gigantes gaseosos. Sin embargo, los autores reconocen que se necesita más trabajo para brindar explicaciones sobre las causas subyacentes.
A falta de resolver el misterio, reparan en la utilidad del James Webb para la observación de Saturno: “La increíble sensibilidad del JWST ha revolucionado nuestra capacidad para observar estas capas atmosféricas, revelando estructuras completamente diferentes a todo lo que hayamos visto antes en ningún planeta”.