España cuenta con una red “insuficiente” de refugios climáticos, porque solo tiene 2.122 espacios de auxilio, uno cada 23.000 habitantes, según los resultados de un estudio publicado en la revista científica Investigaciones Turísticas de la Universidad de Alicante (UA). La investigación encontró importantes diferencias entre comunidades autónomas y ciudades, con Catalunya y Barcelona a la cabeza. Esta última, considerada como un ejemplo para el resto del país.
Los autores del análisis también destacan “la ausencia de implantación de este tipo de equipamientos en regiones donde el calor en verano es una característica consustancial”. Es el caso de regiones como Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha, lo que no deja de ser “llamativo”.
El inventario Refugios climáticos en España: Lectura crítica de un equipamiento urbano para el turismo estival pone de relieve que nuestro país, que lidia con olas de calor más frecuentes y agresivas, no cuenta con una red de refugios climáticos robusta. De hecho, se detectó un “fuerte déficit” de estos equipamientos en las áreas que experimentan mayores temperaturas extremas y también en los principales destinos turísticos de la península ibérica.
Barcelona, un ejemplo a seguir
Con datos a finales de 2024 y aunque no existe un registro oficial por la falta de regulación de este tipo de espacios, el análisis cifra en 2.122 refugios climáticos, que resultan de las medidas de adaptación al cambio climático de 46 Planes de Acción para el Clima y la Energía sostenible (PACES), que abarcan 26 capitales de provincia y 20 de los principales destinos turísticos.
La relación de refugios climáticos por habitante en España sería de uno por cada 23.000 habitantes, una cifra que los autores consideran “insuficiente” si se tienen en cuenta también los visitantes anuales y la evolución de los últimos años de las olas de calor.
Además, se encontraron diferencias significativas por territorio. Catalunya es la región con más refugios climáticos, con 1.707. Después se sitúa País Vasco (245), Murcia (70) y Aragón (57). Sin embargo, destacan el déficit de estos espacios en Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha, donde el calor siempre ha apretado. Aquí, tan solo hay iniciativas municipales que se desarrollan motu proprio.
A pesar de su progresiva inclusión en estrategias y documentos de planificación, este grupo de científicos insta al desarrollo de refugios climáticos, un lugar seguro sobre todo para la población vulnerable.
¿Qué es un refugio climático?
Se considera refugio climático aquel espacio de libre acceso, cubierto o al aire libre que, sin perder su función original, ofrece unas condiciones ambientales confortables, en particular agua y una temperatura agradable. Hablamos, por ejemplo, de bibliotecas, centros cívicos, parques, centros comerciales o museos. Están pensados para proteger a los ciudadanos tanto del calor o como del frío extremo.