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La pretendida mutación de la RIC

Antonio González Viéitez / Antonio González Viéitez

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Sin entrar hoy en otros aspectos, creo interesante comentar dos cuestiones relacionadas con la Reserva de Inversiones Canarias (RIC) y contenidas en la propuesta de Reforma aprobada por unanimidad del Parlamento de Canarias y publicada en el Boletín Oficial del Parlamento a 26 de Julio de 2012 (Apartado III.1.b.)

1). Comencemos con una cita textual “La RIC, sin eliminar sus posibilidades actuales, habrá que especializarla en el estímulo de la financiación, tanto pública como privada, a terceros diferentes de los materializadores de la reserva en instrumentos financieros”. Está claro que, después de leer de un tirón este párrafo, tan sencillo como diáfano, hay que coger resuello y leerlo un par de veces más para empezar a entenderlo (¡Ah! El obscurantismo!)

Y la conclusión que uno saca es que se quiere producir una auténtica mutación. Porque, si ustedes recuerdan, uno de los temas más litigiosos de siempre era el de dónde y en qué actividades se puede materializar la RIC. El asunto estrella último fue si se debería materializar la inversión en suelo para edificar. Y, después que muchos criticáramos esta opción, insistiendo que suponía un formidable empujón a la burbuja especulativa inmobiliaria, se consiguió eliminar esta posibilidad.

Recuerdo esto para subrayar que la cuestión de dónde y en qué se podía invertir la RIC fue siempre tema de agrio debate. Pues bien, ahora la RIC ha mutado. En el espeso párrafo que antes se reprodujo lo que se dice, en román paladino, es que la RIC tiene que especializarse en financiar a terceras personas, los inversores, y que éstas son diferentes de aquellos empresarios que se acogen a la Reserva. Es decir que quienes usan la RIC (y dejan de pagar impuestos) deben crear “cualquier tipo de instrumento financiero” para que pueda ser usado por terceras personas que son las que verdaderamente van a invertir, al final de este sinuoso recorrido.

Si he sido capaz de explicarme, lo que se propone es que los empresarios que, a partir de ahora se acojan a la RIC no van a tener que invertir ¿Y entonces? Van a crear instrumentos financieros que ofertarán a otros empresarios para que estos últimos financien sus proyectos de inversión. En otras palabras, la Reserva de Inversiones Canarias (RIC) se transforma en la RAC (Reserva para el Ahorro en Canarias).

Hasta tal punto es así que, incluso, se concreta que esta canalización del ahorro hacia inversiones productivas, se puede hacer a través de Cuentas de Ahorro para la suscripción de títulos valores emitidos por terceros.

Si se recuerda, hasta hoy la legitimación social de la Reserva era que se premiaba el espíritu emprendedor de quien arriesgaba la totalidad de sus beneficios e invertía en actividades productivas. Con esta mutación, la legitimidad desaparece. Ahora se pretende que los beneficios no se inviertan sino que se coloquen en activos financieros para que otros puedan invertir. En estas condiciones, la RIC deja de tener sentido y se convierte en un auténtico privilegio para que los empresarios, y solo los empresarios, puedan eludir sus obligaciones tributarias sin realizar ninguna contrapartida efectiva a favor del Común.

Y aquí aparece otra consecuencia devastadora para la posible legitimación social de la RIC. En efecto, en tanto que lo que se va a hacer es poner mis beneficios a disposición de terceros inversores, va a desaparecer todo el control que hasta aquí existía para controlar en qué se podía invertir, o no. Como quien se acoge a la RIC, va a poner, por ejemplo, una Cuenta de Ahorro, para que pueda ser usada por cualquier tercero inversor, en la práctica estoy dando barra libre para que estos terceros utilicen mis recursos RIC en aquellas actividades que ellos y solo ellos decidan. Al pasar del campo de la inversión real (la materialización de la RIC) al campo de la “nube” financiera, desaparece cualquier posibilidad de exigir o prohibir actividades productivas reales. Y así se elimina el engorroso problema de dónde y en qué se puede materializar RIC. A partir de ahora, el etéreo mundo de las finanzas se desenvuelve por encima de la realidad y desaparece cualquier intento de dirección inteligente de las inversiones.

Para completar esta mutación se plantea que “se impulsará la simplificación de las actuales obligaciones formales”. Con esta especie de inocente solicitud de acabar con las trabas burocráticas, lo que se pretende es que desaparezca la obligación actual de presentar un Estudio de Viabilidad de la inversión que se propone. Porque se considera excesiva formalidad. ¡Como si alguien pudiera construir algo serio sin un proyecto! Aunque, de acuerdo con la mutación que pretende pasar de la inversión al ahorro, esta obligación de presentar un Estudio de Viabilidad deviene del todo innecesaria...

En resumen, esta especialización que se pretende de la RIC, se aleja cada vez más de situar a la Parte Fiscal del REF en sintonía con los otros tres pilares de nuestro Fuero, que no es otra que la de beneficiar a la totalidad de los ciudadanos canarios directamente y sin intermediarios. Con esta mutación la RIC se vuelca aún más a beneficiar a los empresarios en exclusiva. Y se aleja de constituirse como parte de nuestro Fuero. Y, la única forma de incorporarla e integrarla es que la RIC (no la RAC), al margen de mantener la obligación de que sea el mismo empresario el que se acoja a ella y el que la materialice, esté obligada a crear empleo neto. En el entendido que la generación, aunque sea de un solo empleo decente en Canarias, mejora a toda la colectividad.

Este hecho, la conexión directa de la RIC y la creación de empleo neto, reúne tal importancia que, muchos, pensamos que si no se da, la RIC dejaría de tener hoy sentido y debería de desaparecer o desviarse hacia la dotación adicional de recursos públicos a la Comunidad Autónoma Canaria.

2). Un apunte sobre la internacionalización de las empresas canarias y la posible utilización de la RIC fuera de las islas. Es cierto que en la propuesta del Parlamento no se dice nada al respecto cuando se habla de la RIC. Sin embargo, cuando se habla de los Ejes de la estrategia económica a aplicar en Canarias, el apartado 4º habla “del apoyo decidido a la internacionalización de las empresas canarias ”en donde se incluye la oportunidad “de acometer proyectos de inversión e implantación en terceros países”.

En cualquier caso, la propuesta del Partido Popular y del Ministerio de Hacienda de poder invertir hasta el 40% de la RIC en el exterior, coloca el tema en la mesa de debate.

Dos apreciaciones al respecto. La primera, ya bien argumentada por muchos analistas, es que la esencia de la RIC es estimular las inversiones en las islas, en tanto que el paro es estructural y está en cotas terribles con salarios los segundos más bajos de todas las Comunidades Autónomas. En estas condiciones, hablar de sacar la RIC de las islas, aparte su desnaturalización, expresa una insensibilidad deshumanizada. Y liga esta propuesta a la versión más depredadora de lo que se está entendiendo como Plataforma Logística. Una vez más esta propuesta entra en contradicción con el principio de que todas las medidas del REF tienen que beneficiar a todos los canarios directamente y sin intermediarios.

La segunda es de otro carácter. Parece que algunos acaban de descubrir la necesidad de la internacionalización de las empresas canarias. Y este descubrimiento es a todas luces tardío. Desde hace ahora cinco siglos, la economía canaria se ha venido especializando en exportables. En la actualidad, como todos sabemos, se trata de la exportación de paquetes turísticos. Se trata de exportaciones que se llaman invisibles, porque en vez de exportar un paquete turístico a un ciudadano de Düsseldorf, este señor se viene hasta aquí para pasar sus vacaciones.

Y esto tiene un corolario evidente. Si nuestras exportaciones son “in situ”, es decir aquí mismo, las inversiones para internacionalizar a nuestras empresas deberían hacerse aquí y no en Cancún, Punta Cana o Marruecos. Todos coincidimos que la mejora de nuestras exportaciones turísticas pasa por aumentar lo que llamamos excelencia. Y, como es evidente, en este caso eso se consigue invirtiendo aquí y no allí. Y quien habla de turismo, puede hablar de otros tantos servicios, incluso complejos, donde los canarios podemos descollar.

Por supuesto siempre que hablemos de la internacionalización de las empresas canarias y no de otra cosa.

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