Francisco González: ''Tendré yo que mojarme ahí''

Tramitaciones irregulares de expedientes sancionadores urbanísticos con las elecciones de 2007 como telón de fondo. De la investigación del caso Góndola, contra la corrupción en el Ayuntamiento de Mogán, se desprende que el alcalde del PP, Francisco González, ya preparaba el terreno en verano de 2006 para la cita electoral de mayo, intercediendo por vecinos que debían pagar multas o habían sido embargados por el Ayuntamiento, y presionando a sus funcionarios para que no enviaran más expedientes a Recaudación por la vía ejecutiva.

Son múltiples las conversaciones grabadas a Francisco González que figuran en el sumario del Góndola abordando estos casos. Sobre un particular, Enrique Vega Alonso, González requiere a la funcionaria Patricia Hernández Dávila, el 29 de agosto de 2006, que “De todas maneras, Patricia, no me mandes nada más a Recaudación, nada más”. La funcionaria se excusa diciendo que “eso no lo mandé yo nunca en la vida”, a lo que González espeta: “Pues están llegando montón ahora ¿eh? Porque no es el primer caso que me llega ¿eh?”.

El alcalde da instrucciones para paralizar los expedientes y aconsejar a los afectados, a través de los funcionarios, de cómo evitar los pagos ejecutivos. “Pues...¡para todo esto!, ¿eh?”, le dice el mismo día a una trabajadora del Departamento de Recaudación, Montserrat Pineda Moreno. “¿cuántos expedientes hay?”, inquiere a la empleada que le informa de la existencia de al menos 23 casos “que están embargadas las cuentas”.

Las conversaciones del alcalde no se ciñen a dar instrucciones a los funcionarios. Atiende directamente las peticiones de los afectados, incluso a través de terceros. El 2 de septiembre de 2006 se produce la conversación más significativa. Habla con Francisco Carmelo Santana López, que pretende que el alcalde arregle un embargo de un amigo suyo, José Juan García Afonso. “El hombre está amargado, chico”, le dice el interlocutor al alcalde. Y este confiesa: “No, escúchame, tengo un montón de gente cabreada tío, me cago en diez”. La respuesta es elocuente: “¡Coño Paco! Pues, pues escuda, escuda eso mucho”.

La conversación transcurre con la explicación del interlocutor sobre el caso concreto de su amigo, ante lo que el alcalde expresa su temor sobre las repercusiones. “El sabe, que yo personalmente, no tengo nada que ver en eso”, le dice González. E insiste: “Que él sabe per... él sabe que yo personalmente no tengo nada que ver con eso, ¿no?”.

Carmelo le explica: “Hombre, pero como tú le dijiste que dejara eso...tú y Onalia, que dejara eso tranquilo que no pasaba nada” [...] “Y ahora le viene el machangazo ese...Claro, él dice: ”coño, si él me dice que yo pague los... los seis mil euros que era la sanción, yo lo pago, ¿pero es que ya va por ocho mil!“.

De la transcripción de la conversación se desprende que el alcalde se amula y justifica que “hay veintipico expedientes así”, “ya tengo cabreado a medio a medio pueblo ya”, al escuchar de su interlocutor: “Me da impre...escucha, me da la impresión que alguien está jodiendo, está jodiendo ahí, ¿eh?”.

Francisco González sentencia: “Tendré que mojarme yo ahí”. Y su interlocutor le advierte: “Pues tendrás que mojarte chico, porque...eh, eh, te queda un año” para la celebración de las elecciones municipales en las que obtuvo mayoría absoluta a pesar de los siete delitos que se le imputan en el caso Góndola.

Por estas evidencias, la Policía Nacional solicitó a la juez del caso, Mónica Oliva, el 9 de septiembre pasado, que reclame al Departamento de Recaudación de Mogán Gestión Municipal la entrega de toda la información relativa a tres vecinos del municipio, y extienda la misma a todos los embargos ejecutados o multas cobradas entre los meses de agosto de 2006 y enero de 2007.

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