Uno de los detenidos fue alcalde en Agüimes

Operación Paraíso

Antonio Muñiz fue condenado a una pena de prisión mayor, que cumplió en Salto del Negro, después de haber sido hallado culpable de un delito de falsificación de documento público. Por entonces ya era funcionario del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, del que era alcalde Francisco Araña del Toro. Fuentes municipales consultadas por este periódico dijeron que tras cumplir condena se incorporó al Ayuntamiento y poco a poco fue escalando posiciones hasta convertirse en secretario accidental de la Corporación.

Muñiz, detenido este jueves acusado de un presunto delito de cohecho, fue el primer alcalde de Agüimes, su localidad natal, cargo al que accedió en la lista de Roque Aguayro en las elecciones municipales de 1979. De modo inesperado, Roque Aguayro obtuvo mayoría absoluta, de la que sigue disfrutando en la actualidad, pero desde 1987 con Antonio Morales como alcalde.

Sus compañeros de corporación lo tuvieron que expulsar del partido un año después de que fuera designado alcalde, pero no lo pudieron desposeer de este cargo porque para entonces no estaba regulado el procedimiento de la moción de censura. Controlado por la mayoría de Roque Aguayro en el pleno y en la Comisión de Gobierno con el respaldo del único concejal del PSOE, Muñiz estaba maniatado en sus decisiones.

Aún así, en Agüimes todavía se recuerdan sus juergas con miembros de la Policía Local, sus gastos sin justificar, sus disparatadas decisiones delegando la alcaldía a tiempo parcial en favor de un concejal de la oposición, concretamente del Partido Demócrata Popular.

Incluso se produjo alguna denuncia penal contra él por haber vendido presuntamente viviendas de protección oficial en Arinaga.

Por todo ello, en el pueblo natal del secretario municipal detenido este jueves no extrañó su detención.

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