La escaramuza (o machangada, dependiendo de quién califique la acción) de los cuatro concejales de Puerto del Rosario no pudo ser más inoportuna porque sorprendió -también es un decir- a la Ejecutiva Regional socialista reunida en Fuerteventura, donde además, había congreso insular. Total, que toda la dirigencia estaba allí con los ojos como platos contemplando cómo se puede tener un circo y, en la nave de al lado, una fábrica de enanos con doble turno de producción. Alemán aprovechó la coyuntura para hablar a sus compañeros de Ejecutiva regional de cómo anda lo del pacto. Y decimos “lo del pacto” porque nada dijo de negociaciones, nada dijo de interlocutores, más allá de lo que todo el mundo comenta acerca del papelón que está jugando Alemán frente a las conspiraciones mauricianas y el poco entusiasmo que despierta en Madrid, donde ya no se acuerdan de cómo suena su voz. Y mucho menos de qué color tiene el cabello, el cabello blanco de Juan Carlos.