No parecía en absoluto sorprendido el magistrado del Supremo Rafael Fernández Valverde este lunes, en Las Palmas de Gran Canaria, cuando dos periodistas le preguntaron por el auto del TSJC que ha hecho una muy particular interpretación de la sentencia de la que él fue ponente sobre el incidente de inejecución de la también famosa sentencia de Las Teresitas. Uff, qué galimatías. Fernández Valverde opina que el auto del TSJC por el que se sientan las bases para la ejecución de la sentencia que anuló la compraventa de once parcelas aledañas a esa playa santacrucera es “una gran pieza jurídica” de cuyo fondo, sin embargo, se abstuvo de opinar. Para él, la clave está en la certera elección del perito o peritos que efectúen la correspondiente valoración de los terrenos objeto del litigio, si bien recalcó el tope máximo fijado por el TSJC, esto es, lo que ya pagó el Ayuntamiento por hacerse con la primera línea de playa. Ejem.