Jerónimo Saavedra no dimite en los periódicos, como pareció que había ocurrido por lo publicado este lunes. Él al menos asegura que entregó su carta de dimisión en casa del presidente de ACO, Juan León, el domingo, cuando la polémica ya estaba despachada. Saavedra no comparte los últimos episodios de esta trifulca, especialmente la emisión de un comunicado en el que directamente se justifica el enfado de la soprano en los deseos directivos de su señor esposo, el abogado Justo Garzón. Considera el político que a las divas hay que concederles ciertas gracias, y medirse con ellas en el terreno de lo público sólo conduce a situaciones indeseables. Los León, que han desenterrado el hacha de guerra, no están nada conformes, así que mucho nos tememos que la cosa no ha hecho más que empezar.