A última hora y sin que nadie se lo esperara, el grupo mauriciano se hizo con una televisión por la que llevaba muchos meses optando Ignacio González, líder del Centro Canario. Su grupo empresarial familiar se está asentando de modo pausado pero firme en Gran Canaria, donde ya son propietarios principales de la clínica Santa Catalina y de Litografía Saavedra, además de contar con filiales de muchas de sus empresas con sede central en Tenerife. Nacho estuvo negociando con Eustasio López en un largo tira y afloja tras el cual se situaba José Carlos Mauricio, que nunca permitió que su amigo vendiera un medio de comunicación a alguien que ya tiene una televisión y una radio en Tenerife y que se le podría convertir en enemigo mediático peligroso en poco tiempo.