Se está dando más gusto que un torero Paulino Rivero saliendo en todos los telediarios nacionales enseñando las dos orejas y el rabo, con perdón. Entre la comisión del 11-M, por la que no pasará a la historia, y la negociación de los Presupuestos Generales, por la que tampoco, el portavoz de CC ha escogido el peor momento para la foto que a Mauricio le quedó más resultona. Es que eran otros tiempos. Menos mal que enfrente tiene al tal ZP, que le recordó este lunes sus promesas para Canarias, y tal. Pero daba lo mismo: el alcalde de El Sauzal iba con su matraquilla aprendida y no tenía ganas de que alguien, al llegar a Tenerife, le hable de flojera o despojo. Así que soltó su rollo de las inversiones, de la deuda sanitaria y, atención, un estatuto como el catalán, escolta tú.