La ha armado el grupo de gobierno en el Ayuntamiento de Ingenio, que ha consumado una polémica permuta de suelo en la que se verá beneficiado el esposo de una concejala del Partido Popular. Es posible que Soria no conozca a esta buena señora, en aplicación de su teoría de urgencia para con los que hacen cosas cochinas. Para los no iniciados, sepan que la permuta ha consistido en cambiar un terrenito de escasa calidad urbanística por otro de mucho más valor para hacer un centro cultural y, de camino, cortocircuitar una posible ampliación de un colegio público, el Carlos Socas, para ser más concretos. En Educación flipan porque habían advertido por escrito al Ayuntamiento de que había que reservar 1.000 metros cuadrados de suelo para un mejor proveer.