No es baladí en absoluto la perreta del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias a cuenta de los escaños a ocupar por cada grupo parlamentario. Ni la contraperreta del Partido Socialista, claro, y por similares motivos. Al PP, y más concretamente a Soria, no les mola en absoluto la fotografía resultante de la aplicación de las reglas del juego empleadas hasta ahora. Es decir, que en la banda donde se sienta el Gobierno se sienten también los parlamentarios de los grupos que le apoyan. Frente al Gobierno, por razones obvias, ha de sentarse la oposición, y de ahí que lo haga el PSC. Pero a Soria no le gusta su retrato en la segunda fila de la grada curva, que es donde le ha tocado, y prefiere el escaño que actualmente ocupa Juan Carlos Alemán, al que quiere mandar a la grada sur. De ese modo, de prosperar el empeño, Soria estaría frente a Adán Martín, saldría más en las fotos y podría transmitir efecto oposición para cuando tenga la necesidad de hacerlo. Incluso estando en el Gobierno, como ya han hecho sin cortarse un pejín.