En realidad lo están llamando istmo para evitar el término frente marítimo, que tiene connotaciones de pelotazo por lo hecho en la anterior etapa por Luis Hernández, antecesor de Arnáiz en la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Pero la operación tiene la misma enjundia, por mucho que la quieran disfrazar. La alcaldesa, como saben por los folletos propagandísticos, ha decidido (con la bendición de su excelencia) darle más espectacularidad al asunto llamando a arquitectos de gran renombre a participar en el proyecto, de modo que la fama tape todo lo que haya que tapar. Y para evitar un rebrote de canariedad picajosa, se dirigió hace un tiempo al Colegio de Arquitectos para pedir tres nombres de profesionales de aquí. Parecía una petición inocente, pero ha sembrado cierta división en el seno de ese colegio profesional.