Mientras no se echen a volar los burros podemos estar tranquilos. En lo que se produce el fenómeno, observemos con infantil curiosidad el ir y venir de la fauna política canaria, tan extravagante, efervescente, sorprendente y divertida. Este martes vuelve a tocarle el turno al Ayuntamiento del Puerto de la Cruz donde, según parece, será la oposición la que se ponga a redactar determinadas ordenanzas municipales ante lo que considera desidia al borde del mar por parte del grupo gobernante. El PSC ha decidido presentar al próximo pleno el texto de ordenanza para mejorar las condiciones del medio ambiente y de los recursos naturales en el municipio mediante el uso racional de la energía. Estaremos atentos porque puede sentarse un extraordinario precedente: los que cobran, oponiéndose a la aprobación de ordenanzas, y los que se oponen y no cobran, proponiéndolas. Y los vecinos, perplejos.