No hubo manera de convencer a la consejera, mayormente porque la decisión no es suya. “Órdenes de arriba”, decía la pobre, con lo que quedaba totalmente claro para los empresarios quién emitió la orden. Teniendo en cuenta que su jefe político es José Manuel Soria y que nada hace éste sin la bendición de su socio político José Carlos Mauricio, la orden “de arriba” ya tenía paternidad. La cara que se les quedó a los empresarios fue apoteósica, y tardaron horas en reaccionar. De ese modo se explica que no tuvieran los reflejos para comprender por qué de los cinco nuevos casinos ni uno solo va a la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Allí, en la isla de Tenerife, se concentran tres establecimientos de este tipo, los tres pertenecientes al Cabildo. A esa institución no le interesa que haya más, no porque sea una extraordinaria fuente de ingresos (sólo uno de los tres es verdaderamente rentable), sino porque con los casinos se obtienen grandes beneficios políticos, empezando por la colocación de personal y terminando por el valor estratégico que tienen. El resto, que les iremos contando, pertenece al reparto territorial que se han hecho entre el PP y CC para ser felices los próximos años.