- Publicamos parte de la intervención de Juan Rodríguez Teruel esta mañana en el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser.
La idea de plebiscito se suele identificar genéricamente con un referéndum. Así que no hay formalmente elecciones plebiscitarias, sino elecciones que adoptan un cariz plebiscitario. Cuando Artur Mas anuncia su voluntad de convocar plebiscitarias, nos señala su aspiración de polarizar el debate electoral entorno a un único eje: la cuestión soberanista.
Implícitamente, esto significa arrinconar el resto de temas de la agenda electoral. En todo caso, podríamos preguntarnos cómo deberían ser las próximas elecciones catalanas para poder transformarlas en un plebiscito sobre la independencia.
¿Y cómo deberían ser unas elecciones plebiscitarias?
Por un lado, debería haber el menor número de candidaturas, idealmente dos: una a favor y otra en contra. Esto se antoja casi imposible. Ya sabemos que en el lado no independentista esto no sucederá. Pero también parece muy difícil que Mas acabe fagocitando a ERC dentro de una candidatura unitaria, que adoptaría una inevitable deriva personalista.
Por otro lado, sería necesario que los electores votaran en clave mayoritariamente soberanista. Algo de esto ya sucedió en las elecciones de 2012. Pero entonces, y todavía hoy, los ciudadanos sigue mostrándose preocupado por cuestiones diversas. Para unos, la independencia. Pero para otros, la crisis y sus consecuencias sociales.
En realidad, los pronósticos más bien apuntan lo contrario: un incremento de la fragmentación de partidos en Cataluña. No olvidemos que el verdadero plebiscito es el que lleva disputándose, desde hace años, entre CiU y ERC por hacerse con el espacio central de la política catalana.