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El “rastro” de los presos de conciencia

Reinhard Lamsfuss

Amnistía Internacional —

El proyecto Trace, de la serie Alcatraz del artista chino Ai Weiwei, ha recreado las caras de personas presas de conciencia con miles de piezas de LEGO. Ai Weiwei y su equipo han realizado los retratos de 176 personas de todo el mundo que fueron encarceladas por sus creencias o afiliaciones. Cada retrato fue compuesto manualmente por el artista, en colaboración con más de 80 voluntarios, para ser expuestos en el suelo de un edificio industrial en la isla de Alcatraz, EE.UU., famosa porque albergó en su día una importante cárcel.

Según afirma Trace, el artista seleccionó a las personas presas de conciencia basándose en la información facilitada por Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos, también en investigaciones del propio artista y de la fundación FOR-SITE. Así, Trace incluye a presos de 33 países, entre ellos Irán, país del que ha retratado un total de 26 casos, muy lejos de constituir el total de presos de conciencia existentes en la República Islámica de Irán. No obstante, incluye casos muy destacados sobre los que han trabajado y siguen trabajando los miembros y activistas voluntarios de la sección española de Amnistía Internacional.

Entre ellos está el de Omid Kokabee, físico iraní de 33 años, que cumple una condena de 10 años en la prisión de Evin de Teherán, recluido únicamente por negarse a trabajar en proyectos militares en Irán, según Amnistía Internacional. La organización le dedica, estas navidades, su campaña “Regala tus palabras” que consiste en enviar mensajes personales de solidaridad y ánimo a los presos de conciencia.

También figura el caso de Bahareh Hedayat, estudiante y activista de los derechos de las mujeres que cumple una condena de 10 años de prisión por “reunión y connivencia para cometer delitos contra la seguridad nacional”. O el del bloguero Hossein Ronaghi Maleki, de 30 años de edad, condenado a 15 años de prisión por “pertenencia al cibergrupo Iran Proxy”, “difusión de propaganda contra el sistema” e “insultos al líder supremo y al presidente”, entre otros cargos.

Visibilizando con su arte a las personas presas de conciencia en Irán y en todo el mundo, y recordando su existencia al público, Ai Weiwei contribuye a denunciar lo que Amnistía Internacional recuerda en este 10 de diciembre: un total de 119 países siguen restringiendo de manera arbitraria la libertad de expresión en el mundo, con medidas como la represión de la libertad de prensa, amenazas y ataques contra periodistas y defensores de derechos humanos y represión del derecho de manifestación y reunión.

De la misma manera que el proyecto Trace tiene por objetivo integrar una multitud de piezas pequeñas en un todo extenso y complejo, así también se puede entender la labor de los activistas de derechos humanos. Cada uno contribuye con su pequeña pieza al vasto mosaico de una gran idea: hacer respetar los derechos humanos en todo el mundo.

El proyecto Trace, de la serie Alcatraz del artista chino Ai Weiwei, ha recreado las caras de personas presas de conciencia con miles de piezas de LEGO. Ai Weiwei y su equipo han realizado los retratos de 176 personas de todo el mundo que fueron encarceladas por sus creencias o afiliaciones. Cada retrato fue compuesto manualmente por el artista, en colaboración con más de 80 voluntarios, para ser expuestos en el suelo de un edificio industrial en la isla de Alcatraz, EE.UU., famosa porque albergó en su día una importante cárcel.

Según afirma Trace, el artista seleccionó a las personas presas de conciencia basándose en la información facilitada por Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos, también en investigaciones del propio artista y de la fundación FOR-SITE. Así, Trace incluye a presos de 33 países, entre ellos Irán, país del que ha retratado un total de 26 casos, muy lejos de constituir el total de presos de conciencia existentes en la República Islámica de Irán. No obstante, incluye casos muy destacados sobre los que han trabajado y siguen trabajando los miembros y activistas voluntarios de la sección española de Amnistía Internacional.