La portada de mañana
Acceder
Gobierno y PP reducen a un acuerdo mínimo en vivienda la Conferencia de Presidentes
Incertidumbre en los Altos del Golán mientras las tropas israelíes se adentran en Siria
Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Bettini aplica la ley de la astucia; Freire sigue de oro

Paolo Bettini, campeón olímpico y mundial, aplicó astucia, táctica y fuerza para anotarse en un reducido esprint la tercera etapa de la Vuelta a España disputada entre Viveiro y Luarca, de 153 kilómetros, por delante de Óscar Freire, que logró mantener el jersey oro en vísperas de la etapa de los Lagos.

El gran Bettini, doctorado en clásicas, hizo honor al maillot arco iris que luce y aprovechó una llegada hecha a su medida para anotarse en su rico palmarés la tercera etapa en la Vuelta. Con un tiempo de 4 horas, 8 minutos y 42 segundos le ganó el duelo a Óscar Freire, que terminó con sus ilusiones encerradas contra la valla tras una maniobra del corredor de Livorno. La tercera plaza fue para el australiano Allan Davis, del Discovery, que lanzó el esprint.

Freire luchó por dar lustre a su prenda dorada con otro triunfo parcial en la última oportunidad de los velocistas antes de la primera toma de montaña, pero el triple campeón del mundo deberá conformarse con partir de líder camino de los Lagos, donde se despedirá del distinguido maillot hasta otra ocasión. El colombiano Leonardo Duque (Cofidis) y el alemán Erik Zabel (Milram) le secundan en la general.

Otra jornada con protagonismo de los modestos. Tres gladiadores del pelotón como David de la Fuente (Saunier Duval), supercombativo del Tour 2006, el jersey de la montaña Serafín Martínez (Karpin) y Ángel Vallejo (Relax) se marcharon por delante apenas abandonada la villa medieval de Viveiro, con el beneplácito del Rabobank, que no veía peligro alguno entre los expedicionarios.

El trío español hizo la transición de Galicia a Asturias en un sube y baja constante por los puertos lucenses, entre curvas y un molesto viento de cara que ponía plomo en sus pedales. La ventaja, que llegó a alcanzar 3.50 minutos, se estabilizó en torno a los 2.30, suficiente para que los hombres de Freire no sufrieran excesivo desgaste y que el propio líder pudiera disfrutar de una agradable charla con Óscar Pereiro a cola de pelotón.

La escapada quedó sentenciada nada más pasar el Alto de Babia (tercera categoría), a 33 kilómetros de meta, en un descenso que terminó de romper el pelotón en mil pedazos. Boonen y Petacchi perdieron terreno respecto al resto de esprinters. El Euskaltel coloreó de naranja las primeras plazas, todos con el asturiano Samuel Sánchez, reconocido kamikaze en bajadas de vértigo.

Caída de Zubeldia

El cuadro vasco animó el cotarro. Siete hombres tirando a bloque anularon cualquier acto de osadía. En el fragor de la batalla Haimar Zubeldia tocó un cono de señalización y aterrizó en el asfalto. El quinto clasificado en el Tour, lastimado, se volvió a subir a la bici y llegó a 11 minutos del ganador.

Batalla sin cuartel camino de Luarca, el pueblo natal del insigne español Premio Nobel de medicina Severo Ochoa. El Quick Step tomó el mando para llevar a Bettini hasta el peligroso kilómetro final, con un apetitoso repecho de 700 metros al 7% de desnivel, con curvas, ideal para el campeón olímpico y mundial. La ocasión no la podía desperdiciar el cuadro belga, que no permitía intrusos en las primeras plazas.

Ultimo kilómetro. Los mejores en llegadas estrechas y empinadas se presentaron al duelo final. Terreno explosivo no apto para la mayoría de esprinters puros ni para los favoritos, que no se juegan la piel en estos lances. Ahí estaba Freire, muy atento, Allan Davis, el italiano Rebellin y por supuesto Bettini, que saltó a falta de 80 metros para imponer la ley de la experiencia y la calidad, por eso lleva el maillot arco iris.

Freire trató de adelantar al grillo por el exterior, pero ya se encargó el italiano de poner el cartel de cerrado. protestó el cántabro brazos en alto, al tiempo que los alzaba Bettini como vencedor. Tal y como se veía venir.

La Vuelta llega a los Lagos de Covadonga, lugar de leyenda, con la disputa de la cuarta etapa que comenzará en Langreo y completará 185 kilómetros. Antes de llegar al puerto decisivo los corredores habrán de afrontar el Alto de la Faya de los Lobos (segunda categoría) y el de La Llama (tercera categoría). Se producirá la primera selección entre los favoritos.

Etiquetas
stats