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Del Bosque, el afable relevo de Aragonés

El salmantino Vicente del Bosque, de 59 años y ligado al Real Madrid como jugador a finales de los 70 y principios de los 80, y como técnico en la reciente época dorada del club, afrontará en el Mundial de Sudáfrica el desafío de continuar la línea de éxito iniciada por Luis Aragonés.

Un hombre de personalidad serena, amigo de calmar ánimos y nada esperpéntico, un tanto al contrario que su predecesor, pero dispuesto a repetir los éxitos que consiguió con el Real Madrid en el equipo nacional, cuyos primeros objetivos ha conseguido a medias, con la gran fase de clasificación mundialista y la cierta decepción de

Del Bosque es un personaje indisolublemente ligado al Real Madrid, en el que ha desarrollado toda su carrera deportiva, salvo una inmersión en el Besiktas turco en la temporada 2004/05 sin suerte y prácticamente anecdótica. Precisamente al inicio de esa campaña, tras el fiasco de Iñaki Sáez en de Portugal, su nombre ya estuvo ligado a la selección española.

Su capacidad para aunar sentimientos de agrado en torno a su perfil y habilidad para manejar los entresijos de un vestuario como el del Real Madrid, apagando egos personales para situar por encima al equipo, ya llamaron la atención a y cuando alcanzó el cargo de director deportivo de quien fue su capitán en el equipo blanco durante años, Fernando Hierro, los rumores se convirtieron en realidades.

Del Bosque, un mediocentro de buen trato de balón, pausado y al que muchos acusaban de lento, alcanzó la notoria cifra de 441 partidos oficiales en su paso por el filial blanco, el Córdoba, el Castellón y finalmente el primer equipo del Real Madrid. Internacional en 18 ocasiones, como futbolista ganó cinco títulos de Liga y cuatro Copas del Rey.

Colgó las botas y tomó la dirección de las categorías inferiores del equipo de Chamartín. Casi veinte años en esa labor, con esporádicas apariciones como entrenador del primer equipo para cubrir las eventuales destituciones de entrenadores en épocas de crisis, como en 1994 tras la marcha de Benito Floro o en 1996 tras la de Jorge Valdano.

Su momento, a finales de 2000

El gran paso de su carrera como técnico llega a finales de la temporada 1999/00 tras la destitución de John Benjamin Toshack. Alcanzó de Europa, eliminando de seguido al defensor del título Manchester United, Bayern Múnich y Valencia en la final. Su estilo humilde, paciente y tranquilo cala en la afición y jugadores y el nuevo presidente, Florentino Pérez, le mantuvieron en el cargo.

Serían tres años de éxitos, una nueva Copa de Europa (2002), dos Ligas (2001 y 2003), una Intercontinental (2002), una Supercopa de Europa (2002) y otra de España (2001). El salmantino fue el único capaz de manejar el proyecto galáctico de Pérez, protegiendo, cuidando y uniendo a sus jugadores.

Pero en junio de 2003, el idilio se rompe, la misma noche que el Real Madrid gana ante el Athletic en el estadio Santiago Bernabéu. El club no le renueva el contrato porque le considera anticuado y prefiere otro estilo que luego resultaría nefasto para el club hasta provocar la dimisión del propio Pérez en febrero de 2006.

Desde esa fecha, y salvo su breve paso por el Besiktas, Del Bosque estuvo alejado y sólo cuando el cargo de Luis Aragonés se puso en entredicho por enésima vez, su nombre volvió a salir a la palestra. Finalmente, y tras el éxito de de 2008, el 15 de julio fue nombrado oficialmente nuevo seleccionador.

La transición realizada fue tranquila y sin aspavientos. Más un profesor que un entrenador, curtido por su experiencia en la Casa Blanca, el salmantino apenas introdujo variaciones ni en el equipo ni en el estilo impuesto por el Sabio de Hortaleza.

De este modo, siguió confiando en la gran parte del bloque que fue campeón de Europa e introdujo pequeñas modificaciones en el juego del equipo, donde el balón y la posesión continuaron siendo las principales premisas. De hecho, sus mayores problemas han llegado con la lista de 23 elegidos para el Mundial, situación que ha salvado siendo fiel a sí mismo y confiando en los que mejores están.

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