El CD Tenerife apela al 'espíritu de Gijón' para seguir en Primera

El CD Tenerife necesita, en los partidos que les restan hasta final de la temporada, apelar al 'espíritu de Gijón' si quiere mantener la categoría.

En El Molinón, el conjunto de José Luis Oltra, demostró ser un equipo de Primera división, consiguió por primer vez los tres puntos en una salida ganando por 0-2 (y pudieron ser más) y devolvió la sonrisa y la esperanza a toda una isla.

Para empezar, el día era raro, un martes y trece, y el sabor de boca dejado en su anterior encuentro con el Valladolid de Clemente, donde empató a cero, era amargo y mediocre.

Pero en Gijón el equipo fue otro, de repente sus jugadores se emplearon con músculo, con ambición y sobre todo con fe.

Sin saber por qué, empezó a brillar en el medio del campo un jugador que hasta la fecha, y llevamos ya 32 jornadas, no había aparecido; el argentino Román Martínez.

El futbolista cedido por el Espanyol, de quien los diarios tinerfeños se preguntaban “¿dónde había estado este tiempo?”, se transformó. Se erigió en líder del equipo y creó juego, y más aún, marcó un soberbio gol tras parar el balón con el pecho en carrera.

Claro que cerca de él estuvo Mikel Alonso para hacer el trabajo sucio. El hermano de Xabi destruye más que construye, pero es un elemento necesario en el fútbol.

La pareja de centrales, firme

Atrás, el equipo encontró a su pareja ideal de centrales en su mejor versión: Pablo Sicilia y Culebras, dos de los que sudan la camiseta; son serios, efectivos y muy expeditivos.

También estuvo en su mejor versión Ayoze, un jugador querido por los aficionados porque demuestra pasión por sus colores. Es rápido, diblador, encargado de sacarlo todo y se deja la piel en el campo.

Nino, el delantero más alejado de la estética de un típico delantero, tuvo mala suerte, desperdició varios mano a mano con el guardameta Juan Pablo pero fue encomiable su entrega.

El onubense Alfaro demostró su calidad, lo mismo que Marc Bertrán y Héctor.

En Tenerife todavía esperan al camerunés Kome, relegado al banquillo por Oltra y utilizado en la actualidad para perder tiempo.

El jugador internacional africano es necesario para el equipo porque aporta cosas diferentes; regates de la casa, generosidad con sus compañeros y esa chispa que demostró el pasado año cuando fue uno de los culpables de que el CD Tenerife ascendiera a Primera.

Kome estuvo también en El Molinón, como todo la plantilla, y seguro que se impregnó del 'espíritu de Gijón', tan necesario para ganar al Getafe en la próxima jornada y para emplear en cada una de las finales que le quedan para mantenerse en la mejor liga del mundo.

Etiquetas
stats