El City de Silva sigue imparable
La pasada jornada ha dejado un balance muy positivo para los principales clubes que albergan jugadores canarios entre sus filas. Tan solo el SV Grödig de Ione no pudo celebrar la victoria en el pitido final, destacando la buena marcha del City de Silva, que sigue liderando una competición tan prestigiosa como la Premier League.
El canario campeón del mundo jugó los 90 minutos del encuentro ante el Wolverhampton, en el que el Manchester City logró hacerse con la victoria por 3-1. A pesar de que el conjunto celeste no desplegó el buen fútbol que lleva acostumbrando en los últimos encuentros, tiró de oficio para hacerse con la victoria y seguir liderando la clasificación, a cinco puntos del United y a nueve del Chelsea. Silva disparó tres veces a puerta, pero no logró transformar ninguno. Vio una tarjeta amarilla.
Por su parte, Jeffren también está de enhorabuena. La victoria de su club, el Sporting de Lisboa, ante el Feirense por 2-1 les permite situarse en el tercer escalón del podio de la clasificación de la Primeira Liga, a tan solo tres puntos del liderato. El canario jugó los 90 minutos, pero no pudo materializar ninguna de sus ocasiones.
Idéntica suerte corrió el Panathinaikos de Vitolo. El club griego logró imponerse al Paok FC, ex equipo del tinerfeño, por 3-1 lo que les permite seguir avanzando en la espectacular racha de victorias por las que atraviesa. Esta les ha impulsado al liderato de la Super League griega, aunque les siguen de cerca Atromitos, Olympiacos Piraeus y el AEK. El jugador canario jugó hasta el minuto 74' en el que fue sustituído por Katsouranis.
El Ried de Casanova no fue capaz de lograr la victoria, pero su empate por 1-1 ante el Salzburg les permite seguir en la quinta plaza de la máxima competición austriaca, la Bundesliga. El grancanario jugó los 90 minutos del encuentro, aunque no pudo aumentar su cuenta goleadora.
La nota negativa a la jornada la ponía el SV Grödig de Ione, al perder por 2-1 ante el Lask Linz, lo que los deja en séptima posición de la 1. Liga austriaca, coqueteando con los puestos de descenso. El grancanario jugó los 90 minutos del encuentro y vio una tarjeta amarilla.