La grancanaria Paola Tirados y Gemma Mengual, plata en dúo técnico
Gemma Mengual y Paola Tirados, a ritmo de música popular búlgara, se colgaron la medalla de plata en la prueba técnica del dúo. Es la segunda de la delegación española en Melbourne, y supone mantenerse en la elite mundial, donde permanecen desde hace cuatro años.
Las españolas, que firmaron un dubitativo ejercicio en la clasificación, a pesar del cual pasaron, estuvieron superiores. Perfectamente sincronizadas con la música, perfectamente coordinadas entre ellas, Mengual y Tirados dieron muestras de su calidad y superaron a las japonesas, sus rivales por la plata en 334 milésimas.
El oro, como ocurre en la sincronizada en todas las disciplinas, menos en el sólo libre -propiedad exclusiva de la francesa Virginie Dedieu-, fue para Rusia, en este caso para las Anastasias, Davydova y Ermakova, que volvieron a dar una clase de técnica que les valió 98,833 puntos por 97,500 de las españolas.
Mengual y Tirados demostraron que se trata de una de las parejas de referencia en el concierto mundial. Desde que fueron bronce en el Mundial de Barcelona, hace cuatro años, una medalla que desde algunos ámbitos no se valoró en su justa medida al tratarse de una competición que se disputó en casa, han ido creciendo torneo a torneo.
En Montreal, hace dos años, dieron una vuelta de tuerca a su calidad y, salvo el disgusto que les supuso la cuarta plaza que sumaron en el verano de 2004 en Atenas, en Melbourne han vuelto a demostrar su clase.
Las diez horas diarias que durante la parte final de la preparación compartieron en la piscina del CAR de Sant Cugat, las correcciones sobre la pantalla al borde de la piscina a las órdenes de Anna Tarrés, las precisiones de la ayudante japonesa, Mayuko Fujiki, siempre cámara de vídeo en ristre, y las enésimas repeticiones del ejercicio han dado sus frutos.
Fujiki fue la que más lloró este martes, cuando comprobó que sus nadadoras habían batido a sus compatriotas japonesas, pero no fue la única, porque Tarrés, Mengual y Tirados se fundieron en gritos y abrazos al comprobar la puntuación de las niponas.
El ejercicio tuvo la fuerza necesaria y la música, una composición folclórica búlgara que resultó perfecta para el dinamismo que la pareja española impuso a su ejercicio.
El oro es una quimera para el dúo español, porque las rusas están a un nivel insuperable, pero Mengual y Tirados tienen la espina clavada en unos Juegos Olímpicos. Fueron cuartas en Atenas (2004) y octavas en Sydney (2000), pero saben que en Pekín, dentro de un año, tienen una ocasión de oro para subir el podio, tal vez la última, e intentarán estar en la cita, aunque para ello deban ganarse el pase en el preolímpico del próximo abril en Pekín.