El pasotismo de Kresic y la desconfianza en la plantilla
Seis jornadas consecutivas sin ganar, la involución galopante del juego, el desencanto general ante otra temporada de mínimos y la amenaza de caer en breve en la zona de descenso a Segunda B han generado una situación de riesgo en la Unión Deportiva Las Palmas. Y en esa coyuntura de peligro afloran, desde el propio equipo y desde el propio club, detalles que sirven para exponer parte de los males que aploman la trayectoria del conjunto amarillo durante este curso.
El método de Kresic, contratado tras la mediación de Patricio Viñayo (Director General de Gestión del club) pese haber alcanzado antes un principio de acuerdo con Luis César Sampedro, ha perdido fuerza en el vestuario. Después de un primer mes de competición con buenas sensaciones, los primeros resultados adversos aumentaron el recelo entre unos futbolistas que, desde la pretemporada, incubaron dudas sobre las usos y hábitos del cuerpo técnico.
Entre algunas de las quejas elevadas desde el vestuario se lamentan las formas en el trato y cierto pasotismo de Kresic, que delega buena parte del trabajo diario en Diego Quintero y Zósimo San Román, sus ayudantes (como ya hacía entre 1999 y 2001). En este aspecto, algunos jugadores discrepan en la labor del preparador físico (desde hábitos de trabajo -donde se subraya la elevada cantidad de lesiones musculares- hasta la imposición de ciertos hábitos alimenticios -algo que ya generó cierta polémica en su primera etapa en la UD-).
Otro punto de discordia (éste habitual en todos los equipos) surge por la utilización de los futbolistas y el reparto de minutos de juego, aunque en esta ocasión hay jugadores (titulares habitualmente) que se muestran críticos con algunas decisiones de Kresic: desde la casi incuestionable presencia en el once de Álvaro Cejudo, Jorge o Miguel García, hasta la exclusión permanente de Pollo, Pedro Vega y Sául, pasando por reubicaciones sorprendentes (Samuel como centrocampista, por ejemplo).
Tampoco han gustado varias explicaciones públicas del técnico o la utilización de diversos subterfugios. En concreto, tras el empate ante el Real Unión en Irún, Kresic lamentó la poca posesión del esférico de la que disfrutaron sus futbolistas y señaló tal cuestión para justificar el mal partido de su equipo. Sin embargo, desde el vestuario se apunta que durante la semana previa, en los ensayos, desde el cuerpo técnico se apostó por el empleo de un juego directo (con balones largos) para buscar la victoria.
Desencuentros con la dirección deportiva
Cuando Óscar Arias fue elegido como director deportivo de la UD Las Palmas, Sergio Kresic ya era entrenador del equipo amarillo (su contratación la cerró Juanito y el propio Arias, ya en negociaciones para incorporarse al club amarillo, la avaló). Fichados ya por su predecesor en el cargo Pollo, Pedro Vega y Diego León, el nuevo cuerpo técnico exigió los fichajes de Josico, Pignol, Guayre y Álvaro Cejudo (todos conocidos por los entrenadores en etapas anteriores).
De la mano de Arias llegaron a la UD Las Palmas, el pasado verano, Assmann, Beranger, Lamas y Javi Guerrero (sólo cuatro de los 11 refuerzos) y, a pesar de esa relación, Kresic no dudó -en octubre, antes de recibir al Hércules- en señalar de manera velada al director deportivo como máximo responsable en materia de fichajes -al ser cuestionado por la poca productividad de las incorporaciones-.
En pocos meses se pasó del proyecto de Kresic al proyecto de Arias y ahora, con la posibilidad de incorporar más futbolistas en enero, parece que brotan nuevas diferencias de opinión entre el director deportivo y el entrenador ante una posible reestructuración de la plantilla. Desde el club, para afrontar el reto de la permanencia, se consideraba hasta ahora suficiente con el grupo de futbolistas reunidos en verano, mientras el técnico (de vacaciones en el extranjero) exige otra vez nuevas contrataciones.
El presidente, Miguel Ángel Ramírez, parece dispuesto a realizar otro esfuerzo económico para apuntalar el equipo, aunque hasta la semana pasada también consideraba que con la plantilla actual (con futbolistas que apenas han gozado de oportunidades pese a la mala dinámica) podría ser suficiente para no pasar apuros en la Liga Adelante.
Enero, con cinco partidos (cuatro como visitante, ante Elche, Girona, Nàstic y Real Sociedad), marcará el camino de la UD Las Palmas y, sobre todo, pondrá a prueba la capacidad de la estrella inicial del proyecto: Sergio Kresic.