Un plan obsoleto y un equipo anodino

“Empieza la guerra y a la guerra tenemos que ir todos. Sin desmayo, sin miedo, con respeto por cada rival, pero sin temores. ¡Arriba d'ellos!”Sergio Kresic.

Sergio Kresic

La frase que encabeza este artículo la pronunció el entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas el pasado 22 de agosto. Aquel día, en el Estadio de Gran Canaria, el club de Pío XII presentó su nuevo proyecto. Un partido amistoso ante el Málaga sirvió para exponer un plan ambicioso, que partía con el reto de colarse en la pelea por el ascenso. Por conocer el camino hacia el salto de categoría, sendero que transitó con éxito entre 1999 y 2000 al mando del equipo amarillo, la entidad presidida por Miguel Ángel Ramírez eligió al técnico de origen balcánico en busca de la gloria. Pero casi medio año después de aquel belicoso discurso, la UD Las Palmas sigue instalada en la desilusión de años anteriores y, a estas alturas de temporada, subir a Primera división es una simple quimera.

El empate ante la SD Huesca (0-0) dejó este domingo al conjunto grancanario en la decimotercera plaza de la clasificación en la Liga Adelante. Con 28 puntos sumados en 23 jornadas, el equipo de Kresic afronta lo que resta de competición con una desventaja de 12 puntos con el Cartagena, que es tercero en la tabla y que marca el inicio de la zona de puestos de ascenso a Primera división. Además de tener que remontar ese handicap, a nivel estadístico a la UD Las Palmas le toca firmar una segunda vuelta casi perfecta para progresar y aspirar a algo más que evitar apuros.

En el ejercicio anterior, el Xerez subió a Primera división tras ganar 24 partidos. Le acompañaron en el ascenso el Zaragoza y el CD Tenerife, que lograron -respectivamente- 23 y 24 victorias. Con estos antecedentes, a la UD Las Palmas sólo le quedaría como opción para meterse de lleno en la carrera por dar el salto de categoría rozar la perfección en las 19 jornadas de liga que restan. Así que con este panorama, la posición más prudente en el club y en su entorno (medios de comunicación y afición) sería empezar a asumir que el objetivo es otro: asegurar cuanto antes la permanencia en Segunda división.

Mal juego

Pero el peligro para la UD Las Palmas, más allá de todos los números expuestos con anterioridad, repercute más allá de las estadísticas. El problema tiene la raiz en su juego. Y las dudas (e incluso críticas) en ese aspecto surgen ya desde la propia plantilla. “Si en casa no ganas a rivales como el Huesca, el Murcia o el Castellón no puedes aspirar a mucho. Y más cuando optas por esperar al rival”, subrayó Josico, contrariado, al término del último encuentro.

No juega bien la UD Las Palmas, tras seis meses de trabajo y 23 jornadas de competición, con Kresic al mando. No ha dado con la tecla el entrenador, incapaz de dar continuidad a un bloque de futbolistas en sus alineaciones, marcadas siempre por el último resultado. Saúl y Rondón, titulares ahora en la delantera amarilla, gozan de esa condición tras semanas de ostracismo. Sólo las bajas de Javi Guerrero, Guayre y Márquez concedieron una oportunidad a una pareja ofensiva que, fruto de la casualidad, se ha mostrado como la más eficaz en tareas de ataque hasta el momento (suman siete goles entre ambos).

Una situación similar pasó Andrés Lamas, central que llegó en verano cedido por el Recreativo de Huelva. Tras los primeros ocho partidos de la Liga Adelante, en los que el defensa uruguayo no disputó ni un solo minuto de juego, la necesidad (por varias bajas en la zaga) le dio una oportunidad. En su primer encuentro, ante el Albacete, fue fundamental al anotar dos tantos que encarrilaron la victoria. Desde aquel momento, ha ganado protagonismo y es una pieza habitual -aunque no fija- en la línea de retaguardia amarilla.

Marginación e emprovisación

No corrió la misma suerte Pedro Vega, un futbolista contrastado en la Liga Adelante, categoría en la que ha brillado con la propia UD Las Palmas, Poli Ejido y Levante. Pese a ser el único extremo zurdo de la plantilla, Kresic probó con futbolistas de otras característas, como Jorge, Diego León, Sergio Suárez o Álvaro Cejudo, en esa posición. El pulso terminó la semana pasada, con la cesión del jugador (un activo del club que no ha tenido ni siquiera la oportunidad de fallar) al Universidad.

Entre la improvisación trabajó Armiche hasta la semana pasada, cuando la UD Las Palmas cerró su préstamo al Benidorm. Primero, el canterano pasó -tras el cierre del pasado curso- de tener la promesa (por parte del club) de contar con un hueco en la plantilla profesional a estar descartado en pretemporada por Sergio Kresic que luego, meses después de tomar aquella drástica decisión, optó por utilizar al joven futbolista durante cuatro partidos para, finalmente, volver a desechar sus servicios.

Desde el propio club (e incluso desde la plantilla), se ponen en solfa la idoneidad de los métodos de trabajo del cuerpo técnico que lidera Kresic (y en el que Zósimo San Román tiene un peso considerable). Para algunos el plan es obsoleto. Otros prefieren no dudar de la capacidad de un entrenador que hace 10 años llevó a la entidad hacia su último gran éxito, aunque subrayan que algo es erróneo. Pero lo que nadie discute es que la UD Las Palmas es un equipo anodino, lejos de lo que prometía Kresic el 22 de agosto de 2009 (“sin miedo (...), sin temores”). Tanto en las victorias (2-5 ante el Elche), en los empates (0-0 frente a la SD Huesca), como en las derrotas (0-3 contra el Real Murcia).

martin@canariasahora.com

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