Villa engrandece a España
España sumó su cuarta victoria en la fase de clasificación para la Eurocopa de 2012 gracias a una trabajada victoria ante la República Checa (2-1), cuyo protagonista fue David Villa, autor de los dos goles que le dieron licencia para superar a Raúl González y establecerse como máximo goleador en la historia de la selección española.
El cuadro de Vicente del Bosque se vio obligado a remontar un tanto del ex osasunista Plasil a la media hora de partido, y tuvo que conjugar la ansiedad e impaciencia para doblegar al cuadro centroeuropeo, muy organizado y tremendamente sufridor en labores defensivas.
España, con su manual de fútbol asociativo como hoja de ruta, no renunció al toque, a la presencia constante de Iniesta y Xavi en la medular -que cumplió el centenar de internacionalidades- y al pase en profundidad sobre el 'guaje' Villa, insistente, combativo, valiente, insaciable, goleador. El jugador culé permitió darle la vuelta al encuentro cuando la fiesta granadina no pintaba del color de rosa.
El gol del conjunto centroeuropeo -un disparo lejano de Plasil- no cambió el discurso de la actual campeona del mundo, que apostó por un único punta de inicio en detrimento de Fernando Torres, al que no le sirvió de nada entrenarse toda la semana con el equipo titular.
La presencia del delantero culé provocó las mejores ocasiones de España, que perdonó al minuto dos con un inerme disparo de Iniesta, uno de los mejores en la roja. Poco después era Capdevila quien probaba suerte tras un centro de Navas, que estuvo más voluntarioso que efectivo.
Pero ni a balón parado, ni desde el apoyo constante con el compañero consiguió España igualar la contienda antes del descanso. Fue entonces cuando Del Bosque dejó en el banquillo a Xabi Alonso para dar entrada al 'castigado' Torres, que mejoró -nuevamente- el trabajo y el juego de su compañero de batalla, David Villa.
El 'Guaje' entra en la historia
David Villa, que llevaba peleado con el dichoso récord de goles de Raúl por culpa de los palos, se salió de Granada. Después de un inicio de segundo acto algo confuso por las contras checas, fue a 20 minutos del final cuando el delantero de Tuilla se sacó un disparo desde la frontal para igualar el partido.
Este gol calmó la impaciencia de la afición y dio luz verde para que llegase el segundo, también obra del ariete asturiano. Cuatro minutos después del empate, una internada de Iniesta al área contraria se tradujo en penalti tras falta de Rezek. El 7 la metió con algo de suspense y Cech, que cuajó un excelente partido, no pudo atajarlo.
De esta forma, la vigente campeona de todo se alió con la grada, que disfrutó de un gran espectáculo, y cerró una victoria que deja muy encarrilada la presencia de España en la próxima cita continental. España demostró que su fútbol es el mejor camino para no perder la sonrisa, además de un sobresaliente argumento para mantener la fe en un equipo cuasiperfecto.