Espacio de opinión de Canarias Ahora
Ni un solo argumento sirve de justificación por Eulalia Guerra de Paz
No podemos olvidar el esfuerzo hecho por las víctimas de violencia de género para sacar a la luz su situación y el que, día a día, realiza la sociedad para visibilizar este grave problema, por acompañar, asesorar y proteger a estas víctimas. Tan importante es el trabajo que los poderes públicos desarrollan al respecto, legislando y dotando de medios que garanticen la seguridad de las mujeres víctimas de violencia machista.
El Observatorio de la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial reconoce en su último informe que el número de denuncias falsas en violencia de género es escaso y está en sintonía con el que se producen en otros tipos de delitos. La justificación de la violencia de género favorece que las mujeres que la sufren no denuncien, por lo que es un error grave que quien tiene la facultad de enjuiciar diga que 'la legislación actual en violencia de género es tan represiva respecto al varón que puede estar provocando que muchos hombres que no son maltratadores y ven destruida su vida en su entorno por culpa de una denuncia falsa, puedan acabar cometiendo la locura de matar a su mujer y suicidarse'.
Quien hace estas manifestaciones demuestra una irresponsabilidad tremenda y un desconocimiento enorme no sólo de la violencia de género, sino de las pautas de comportamiento, pues si eso fuese así, todas las personas denunciadas por la comisión de cualquier delito, al salir del juzgado o de prisión, tendrían como poco 'intenciones de matar'. Tan peligroso como poco respetuoso es realizar declaraciones como éstas, porque incrementan el sufrimiento de las víctimas de violencia de género, perjudican la lucha de las mujeres por salir de ese círculo de la violencia y levantar la cabeza con dignidad, sin miedo y sin sentirse culpables de la violencia recibida.
Esas declaraciones suponen un ejercicio irresponsable de comunicación, demostrando un desconocimiento profundo de la legislación vigente, ya que entra a considerar la existencia de la habitualidad para contemplar la violencia de género cuando, afortunadamente, ese elemento ha desaparecido. Justificar la violencia de género con cualquier argumento causa un daño irreparable a nuestra sociedad y, sobre todo, a las mujeres y niñas.
Eulalia Guerra de Paz
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