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El asesinato de Carlos Sosa

Juan García Luján / Juan García Luján

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El Padrino dio el primer paso. Invitaron al Padrino (también conocido como el Humilde en este rincón digital) a 59 segundos, y dijo que si iba el periodista denunciante del salmón él no iba. Y en TVE aceptaron. El Humilde debió pensar “estos socialistas son unos flojos, permiten que el enemigo vete a periodistas”. Porque resulta difícil imaginar que ocurra en el Envite lo que ocurrió en 59 segundos: supongan que invitan a JFLA a jugar al Envite, y López Aguilar dice “no voy si en la mesa está sentado un periodista que fue jefe de gabinete de un delegado del gobierno del PP, y después llevó la imagen de un alcalde que tiene pendiente un juicio por 7 delitos diferentes algunos relacionados con la corrupción política y ahora ese mismo periodista en sus columnas me acusa de dirigir la policía y los jueces contra su antiguo jefe, tampoco voy si en la mesa se sienta un periodista que ha pasado los últimos 15 años cobrando del presupuesto público por trabajar como asesor de un consejero de Educación, un presidente del gobierno y un alcalde de un partido rival, o si está otro periodista cuyas cuentas investiga la policía y que ha organizado las campañas de defensa de un alcalde imputado por delitos de corrupción, o uno que me ha acusado de cometer delitos desde su micrófono instalado en su dormitorio”. Y ante las condiciones impuestas por JFLA le responden “Sí, don JFLA, lo que usted diga, por sus alusiones tendré que cambiar a casi todos mis colaboradores para que usted venga”. Pues esa situación es inimaginable ¿verdad? Sin embargo en TVE el Humilde vetó a un periodista y llenó las butacas del público del plató con sus cachorros y no ha protestado ni el PSOE.

Después del Humilde invitaron al Angel Salvador (de pensamientos Llanos) al programa. Dijo que sí. Nada más leer la noticia el Jefe llamó a Angel Salvador y le prohibió ir. “Te prohíbo que te sientes con un delincuente, nosotros somos gente decente”, le dijo el Humilde la misma semana que había hecho declaraciones al Catedrático de Ética Federico Jiménez Losantos. Carlos Sosa fue al programa y el concejal Llanos se quedó en casa muy triste, escuchando “chicharrero de corazón” para recuperar su autoestima. Tras el error Llanos, había que pasar al segundo nivel, tocaba a los periodistas disparar contra el apestado Carlos Sosa. Al “perro no come carne de perro” se impuso otro refrán “ donde manda Padrino no manda marinero”.

El director de Canarias 7 y el subdirector de la radio que aspira a integrarse en ese periódico reciben órdenes de sus superiores, hay que vetar a Carlos Sosa. Sí señor, y llaman a TVE para decir que no acudirían al programa tres días después de haber confirmado su asistencia. Y después, ¡ta chán ta chán?!, aparece en escena el francotirador voluntario de todas las guerras. Parece que vuelve a asumir el cargo de “jefe de prensa de El Clan de la Avaricia”. El cargo no se lo pongo yo, se lo puso él mismo durante el tiempo que estuvo en excedencia de esa ocupación que tanto le pone, que lo lleva a comenzar su sermón matinal hablándonos de los métodos de la mafia siciliana, contando la moraleja que él aprendió tras leer el libro “Gomorra” de Roberto Saviano. El locutor recomendó el libro a sus oyentes y dijo que gracias al texto de Saviano aprendió que cuando un periodista cuenta la verdad sabe que se arriesga a morir asesinado por la mafia. En el pecado va la penitencia, vino a decir Chavanel el día que dedicó 1 hora (una hora para explicar 59 segundos) a hablar de Carlos Sosa y de CANARIAS AHORA. Un monólogo de una hora interrumpido por unos minutos de conexión con la bolsa y culminado con un minuto de intervención de otros dos periodistas que se supone que estaban de tertulianos. En esa hora intentó extender la autoría del futuro crimen a un frente común, dijo que el delegado de ABC también decidió vetar a Carlos Sosa, (el bueno de Bernardo Sagastume no ha visto en su vida Chavanel, no ha hablado ni una palabra con él, pero el locutor se atrevió a hablar en su nombre). También dijo que el director del diario decano de Canarias se había sumado al veto. Era falso, pero la verdad es un accesorio inútil en un sermón que intenta justificar un crimen. La verdad es tan inútil como los espejos desmemoriados.

No estamos en una guerra de medios. Si lo que está ocurriendo fuera una bronca entre directores de empresas mediáticas para arrebatar audiencias a la competencia yo no perdería ni un minuto en la cuestión, como escribió el poeta Miguel Hernández yo seguiría yendo “de mi corazón a mis asuntos”. Lo que pasa aquí no se puede comparar con las críticas entre El País y El Mundo. En Madrid a ningún editor se le ha ocurrido pedir a TVE que vete a un periodista de la competencia. Cuando hablo del plan para asesinar a Carlos Sosa no estoy empleando una metáfora. Presionar para que un periodista no pueda expresar sus ideas y para que no participe en un debate en una televisión pública es una forma de asesinato civil, igual de importante que el asesinato físico.

Por ahora sólo han obedecido al Padrino el editor de un periódico y los que aspiran a trabajar para el editor cuando el Padrino le de una licencia a su nueva radio. Para ganar la licencia de radio deben demostrar primero que saben usar su licencia para matar. Saben que matar a Carlos Sosa y López Aguilar da un montón de puntos . Por ahora el veto al director de CANARIAS AHORA sólo ha servido para dejar en ridículo a los actores secundarios que lo han ejecutado. Reconozco que el otro día aguanté una hora seguida el sermón de Chavanel, donde clamaba por el cierre de este periódico y de CANARIAS AHORA RADIO, al hombre le encanta jugar con las cosas de comer de otros (de los que vivimos de nuestro trabajo, sin los lujos que da vivir de las hormigoneras). En su homilía nocturna (yo escuché la repetición para comprobar si era cierto lo que me contaban) dijo que hay que inhabilitar a Carlos Sosa porque no es un periodista objetivo y porque insulta. Lo dice el hombre que firmó el contrato que introdujo en la Frecuencia Modulada de Canarias el programa de Federico Jiménez Losantos, el locutor que en su programa llamaba a Víctor Gago a Madrid para que le explicara los atentados del 11-M , que tenía como colaboradores a Andrés Chávez y a Agustín Acosta, lo mejor de cada isla, Chavanel,el locutor condenado por insultar al difunto padre de José Manuel Soria, pidiendo que cierren la boca a los que insultan ( y, sin embargo, Soria no le exige a Angel Salvador que vete al locutor que insultó a su padre).

El hombre que hoy reparte certificados de ética periodística se atrevió también a dar “recados” a la directora de TVE en Canarias, a pedirle que se pliegue a los intereses del vicepresidente del gobierno canario. Carlos Sosa es un desagradecido, debería de llamar a Chavanel porque sus sermones radiados están dando más fuerza a CANARIAS AHORA, no hay dinero en los calcetines de PP Manolo para pagar la publicidad que Chavanel hace a Canarias Ahora, bueno reconozco que estoy exagerando porque según el sumario salmón en los calcetines cabe mucho dinero y la publicidad en la emisora de don Francisco no es tan cara. Pero hoy Carlos va al Parlamento, estará a pocos metros del escaño del principal instigador del veto. Y los pasillos de la cámara estarán llenos de admiradores de PP Manolo (admiradores que subvencionamos con dinero público). Hoy Carlos Sosa sí corre peligro. Si yo estuviera en su lugar no entraría al Parlamento canario sin chaleco antibalas.

Juan García Luján

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