Espacio de opinión de Canarias Ahora
Eres un buen momento para morirme
Todo empezó aquella tarde de primavera en Madrid, en el Paseo del Rey (cerca de Rosales) en la casa donde vivía Trini Jiménez. La mesa estaba llena de dulces y croasanes. El felipismo era un barco que contaba con algunos poderosos marineros que se negaban a aceptar que estaba tocado y hundido. Trinidad Jiménez, Jordi Sevilla, Pepe Blanco, Antonio Cuevas, Jesús Caldera y Juan Fernando López Aguilar acudieron a la casa de Trini. Todos marineros que querían cambiar el rumbo del barco, tenían ideas pero necesitaban un capitán. Ahí estabas tú, Joaquín Almunia le había dicho a Trini “fíjate en ese muchacho de León, que fue el diputado más joven de la Carrera de San Jerónimo”. Así nació la Nueva Vía, el grupo que apoyó tu candidatura a la secretaría general del PSOE. En Canarias Jerónimo Saavedra y Juan Carlos Alemán apostaron públicamente por José Bono, el pasado apostó por el pasado.
Este sábado escribo en el momento en el que sigue reunido el comité federal del PSOE, máximo órgano entre congresos. Hoy volviste a convertirte en el campeón de las sorpresas. Los periodistas mejor informados, los tertulianos más atrevidos, los rigurosos y los amarillos, los sabios y los bobos, los serenos y los fanáticos, los suaves y los gatunos, todos llevaban hablando dos semanas de esta reunión. Ninguno supo adivinar que hoy lo ibas a contar: “no seré candidato en 2012”. Con esa frase, Zapatero, esa sorpresa con dos piernas, abrió la caja de Pandora del PSOE. La sorpresa dio pie a los mensajes que están dando todos los dirigentes en estos momentos: lealtad y unidad. Dos palabras que resumen lo contrario de lo que han hecho tus camaradas estas últimas semanas. Mientras unos hablan, otros envían sms a los teléfonos de sus periodistas amigos para contar lo que pasa ahí adentro. Más de 30 dirigentes han pedido la palabra, todos quieren rendir homenaje al líder que defienden o traicionan en la intimidad.
El primero en salir de la reunión, siempre obsesionado con los focos y las cámaras, fue José Bono. Declaró lo esperado: todo el respeto y la lealtad a ZP. No respondió a la pregunta ¿quiere usted ser candidato a las primarias? Bono sabe que lo más que te sacan en el telediario es un minuto, así que no habló más para que elegir él mismo el mensaje de ese minuto. Zapatero anunció su marcha sabiendo que lo iban a criticar hiciera lo que hiciera. Si anuncia que se va es un irresponsable, si anuncia que se queda es hombre pegado a la poltrona que no le importa lo que pasa en su país.
El hombre que llegó a la Moncloa desafiando al emperador Bush, ordenando la retirada de las tropas de Irak, se va como presidente que se apunta a las guerras de Obama y recibe consejos de Emilio Botín. Llegó diciendo que el poder no le iba a cambiar. Será que los mercados no son el poder, sino un ente nuevo que el capitalismo se inventó para no reconocer que la dictadura de los financieros domina el mundo. Zapatero, el hombre que ganó al felipismo y a las encuestas, esa sorpresa con dos piernas que se lleva el dedo a la ceja y sonríe mientras los rivales ponen cara de estreñimiento, se marcha y dice que no utilizará el dedazo para elegir un sucesor, pide primarias y democracia. El hombre que citó en la Moncloa a Tomás Gómez para que no se presentara a las primarias porque necesitaba agradecer a Trini aquellos croasanes llenos de futuro, el mismo ZP que mandó a Pepe Blanco de madrugada a Canarias para que José Miguel Pérez no perdiera las primarias, pide que haya democracia en la sucesión en el PSOE.
El hombre sorpresa se va cuando las encuestas del CIS le dan la peor valoración que ha tenido un presidente del gobierno. El presidente de la ley de Dependencia y la congelación de las pensiones, el presidente del cheque bebé y la reforma laboral, el presidente que se rebeló ante el Emperador y obedeció a los mercados. El presidente de las sorpresas tiene peor nota en las últimas encuestas que Felipe González durante el GAL y Aznar en la guerra de Irak.
Felix Francisco Casanova falleció en 1976 (el año que ZP decidió entrar en la política después de asistir a un mitin de Felipe González en Gijón). El joven palmero que murió con apenas 20 años por un escape de gas después de dejarnos algunos textos deliciosos, escribió unos versos que podrían describir el tiempo elegido por Zapatero para marcharse: “Debes saber que a veces/ soy como un entierro interminable/ siempre triste y azul/ subiendo y bajando/ por la misma calle./ Pero otras veces soy un río de risa/ corriéndome por toda la ribera,/haciendo el amor a la mar,/ una felicidad contagiosa,/ un revólver de amor, nena,/y voy a disparar justo a tu corazón/¡Bang Bang!/¿Te di?/Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte,/montaña de aguardiente/ y tarde rojiza./ Eres un buen momento para morirme.” Pues eso.
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Juan GarcÃa Luján
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