Será por eso

En contraposición, el 30% restante, no solamente lee ?y mucho- sino que gracias a ello mantiene una “saludable y sólida” mentalidad crítica, ajena a las influencias del populismo que destilan muchas cadenas de televisión.

Ante dichas cifras, no es de extrañar que Italia esté gobernada por un bufón, el cual mantiene a una corte de bufones y paniaguados, muchos de los cuales fueron elegidos -no por sus méritos- gracias a la influencia y al poder mediático de la telebasura, en el sentido más peyorativo de la palabra.

Y es que quien no sale en la “caja tonta” no es nadie, por lo menos para la masa de iletrados y/ o ignorantes que conforma la sociedad transalpina.

Nuestro país no está a la misma altura que la vecina Italia, pero tampoco las cosas están para que las campanas de las iglesias repiquen en señal de júbilo. Se calcula que casi un 50% de la población española ignora cualquier expresión cultural diferente a la oferta televisiva. Ni leer, ni ir al teatro, al cine, a un museo, a un concierto, recital, ópera o ballet. Nada de nada, con lo bien que se está en casa, ¿qué necesidad hay de salir? Éste es un problema que viene desde muy atrás y muy pocos parecen prestarle el debido interés. Si a ello le sumamos el enconamiento demostrado por una parte de los mandatarios políticos hacia todo lo huela a cultura, el resultado es el que se pinta en las estadísticas.

Imagino que será por eso que el anterior ayuntamiento capitalino permutó una biblioteca por unos chalets. Imagino, también, que los anteriores responsables del área de Cultura del Cabido prefirieron rescatar proyectos culturales que tiempo atrás demostraron que no llevaban a ninguna parte, antes que solucionar problemas más evidentes, tales como la falta de bibliotecas en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Será por eso que importaba más quién debía ocupar el cargo de Jefe de Prensa del teatro Pérez Galdós ?en los momentos previos a su re-apertura- antes que darse cuenta de todas las butacas que se iban a ver afectadas tras el eufemismo de “butaca con visibilidad reducida”.

Será por eso que durante los últimos años nos hemos tenido que tragar multitud de actitudes megalómanas, digna de los faraones egipcios, pero no asumibles por nuestra sociedad, cuyo resultado más evidente ha sido un enorme despilfarro que no ha conducido a nada útil.

Será por eso que el actual Gobierno de Canarias se empeña en torpedear cualquier iniciativa que ayude a la formación de los canarios, manteniendo a personas que ya han dado muestras de su total desprecio por la mencionada formación.

Será por eso que, siempre, siemprelo primero que se reduce, se desvía y/ o se corta de manera taxativa son los presupuestos en Cultura. Hay dinero para cualquier otra cosa, sobre todo para pagar las dietas de quienes se ríen, una y otra vez de los problemas de los ciudadanos, pero no hay dinero para que un niño tenga una biblioteca decente. Para eso, no. No es prioritario.

Entonces ¿qué es prioritario? ¿Pagar una televisión autonómica cargada de demagogia, culto a la personalidad, con contenidos que solamente buscan la alienación de los telespectadores?

¿Aferrarse al sillón mientras se dilapidan fondos públicos sin defender los verdaderos intereses y demandas de los ciudadanos?

¿Tanta alergia les da la cultura, ya sea impresa, audiovisual, escénica, musical o museística que son capaces de torpedear cualquier iniciativa que fomente que las personas tengan un mínimo juicio crítico?

Por experiencia personal, que aunque muchos les sorprenda sí que la tengo ?me refiero, especialmente, a aquellos que me acusan de solamente ver una cara de la realidad- sé que, mientras puedan, los que nos mal gobiernan harán todo lo posible para evitar que la Cultura llegue a tener cierta importancia en nuestra sociedad.

Un muy buen amigo, al que me unen muchas cosas en común, aunque nos distancien otras ?en especial de carácter ideológico- me dijo una vez una de esas verdades atronadoras, relacionada con la poca atención que se presta a los candidatos a la hora de elegirlos en las urnas. Cuando me preguntaron si iba a votar por el candidato, les dije que no podía votar como candidato a la alcaldía a una persona que había sido una nefasta responsable del área de Cultura. Puede que, para los demás, no fuera importante, pero, para mí, la cultura lo es y su gestión al frente de dicha área fue del todo inaceptable.

Cada uno es muy libre de hacer lo que quiera. El pueblo italiano es el mejor ejemplo, pero los errores de hoy son las catástrofes del futuro y mientras la formación de las personas esté en el vagón de cola de las agendas políticas los resultados no serán nada buenos.

Si las cosas continúan así, seguiremos estando gobernados por sátrapas, por mentirosos, por arribistas, por bufones y por incapaces, cuyo único mérito ha sido el reírle la gracia a quien demanda que las cosas sigan como está, aunque ésa es otra historia.

¿Y quién sabe si, al final, los libros sí estarán contagiados y habrá que hacer lo mismo que plantea Ray Bradbury en su novela Fahrenheit 451 o lo que hizo el régimen nacionalsocialista durante los años del nazismo? Será por eso.

Eduardo Serradilla Sanchis