Carta abierta a Don Alfredo Pérez Rubalcaba

Le doy mi palabra de honor que todo lo que aquí le traslado es cierto y me pongo a su entera disposición para defender lo que digo ante quien usted quiera, si así lo decide. Formo parte activa de los Movimientos Sociales de Tenerife desde hace muchos años, he hecho de esto mi actividad principal de forma totalmente altruista, tras el abandono de mi actividad como oficial de la Marina Mercante y posteriormente, y en mucha mayor medida, como apoderado del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria. En la dilatada última etapa de mi vida, por las múltiples luchas ciudadanas en las que estoy inmerso en defensa de lo Justo, del Medio Ambiente y contra la Corrupción, me he relacionado con muchos de los políticos que se mueven en Canarias, principalmente en Tenerife.

En mi apuesta por la izquierda y por el progresismo, me he acercado principalmente a los Partidos que he considerado más afines, los que dan cobijo a las personas más entroncadas con la ciudadanía. Muchos son los que por aquí, tratando de hacerme daño dentro de estos propios movimientos sociales en los que me muevo, me vienen colgado la etiqueta de militante del Partido Socialista Canario, algo que, no siendo cierto, podría obedecer a mi permanente defensa de algunos dirigentes de su partido, y no por simpatía, sino por el reconocimiento a una honestidad a prueba de bombas y a un magnífico trabajo realizado a través de todo este tiempo. Creo que es de buenas personas reconocer públicamente la verdad y por esto mismo le remito este escrito.

Pues bien, en estos últimos tiempos y precisamente a esos honestos socialistas, justo cuando su infatigable labor se traducía en una valoración popular al alza con mayores expectativas de voto que nunca en la Ciudad de Santa Cruz y una especial estimación de la Ejecutiva de Tenerife, aflora una increíble iniciativa, más propia de una época dictatorial afortunadamente superada. Y ello, con la finalidad de eliminarlos del mapa y darle entrada a otros que se vienen caracterizando por actuaciones muy alejadas del interés mayoritario de los ciudadanos, entre los que, de forma sorpresiva, ha tenido cabida hasta algún imputado por causa grave. Le podría relacionar sus nombres pero me alargaría demasiado, si bien quedo a su entera disposición para trasladárselos si así lo estima.

Si usted residiera en Tenerife, masacrada por una fuerte corrupción que no termina de esclarecerse, y observa como sus responsables deambulan aún en política con poder de decisión, como si nada pasara, le aseguro que vería las cosas de otra manera. Seguramente sentiría mucha rabia al constatar, por ejemplo, como en un Municipio como Santa Cruz de Tenerife, declarado en emergencia social por sus preocupantes índices negativos, muchos de sus gobernantes se siguen perdiendo en el despilfarro, en obras faraónicas innecesarias y en suntuosos gastos personales a cargo del erario público. ¡Toda una desvergüenza!

Es tan grave la situación, que llegan a extremos de no ejecutar sentencias favorables que reportarían a las arcas públicas importantes recuperaciones dinerarias, como la anulación de la compra del frente de la Playa de las Teresitas por parte del propio Ayuntamiento, dictada por el Tribunal Supremo. Imagínese el trasfondo, siendo como es muy beneficioso para la colectividad y para una ciudad en quiebra. El Alcalde, que por fortuna se va o lo echan pero que persigue su aforamiento como contrapartida en el Parlamento de Canarias, ha sido apoyado de forma increíble por algunos socialistas en esta asquerosa trama, socialistas que están ahora en el frente ejecutor de propios compañeros que sí han dado la talla en este affaire. Los tienen en la picota.

El Plan General de Ordenación de Santa Cruz es otra deleznable actuación del grupo de gobierno, que pretende dejar fuera de ordenación a miles de edificios legalmente construidos de la Ciudad, recortándoles alturas para cederles volumetría edificatoria a los mismos potentes empresarios que por aquí cortan el bacalao, algunos de ellos llegados de la política. Para hacer realidad este abominable atropello a la ciudadanía de a pie, que también daba cabida a peligrosas actuaciones en laderas de montañas y barrancos aún las pérdidas de vidas que hemos padecido por ello, han utilizado todo tipo de artimañas que darían para escribir un libro. Pues bien, entre esas artimañas, este PGO ha contado con manipuladores apoyos interesados de todo tipo y, entre ellos, el de un arquitecto que, si bien es socialista, siempre está en plena disposición de salvarle los muebles al equipo de gobierno. Ahora, de forma sorpresiva, la nueva ejecutiva regional pretende premiarle con la portavocía del PSC en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. ¡Increíble!

No se puede admitir por injusto y antidemocrático, que por el hecho de haber pedido primarias para elegir candidato a la presidencia del Gobierno de Canarias y perder, como le ha sucedido al íntegro socialista Santiago Pérez ante José Miguel Pérez, ahora este ejecute a su vencido, como viene haciendo. Y no sólo a él, sino también a todo el elenco de magníficos y honestos socialistas que están cerca de él, ¡no es de recibo! En esa línea, los vencidos de ahora, anteriormente ganadores mayoritarios, pudieron haber hecho lo mismo y no lo hicieron. El acabar con los vencidos, indigno hasta en las guerra, en democracia no puede tener cabida, es más, judicialmente debería ser abortado. Si en Canarias se hace realidad esta más que evidente fechoría, teniendo en cuenta el segmento de la población de la que el PSOE recibe sus votos mayoritariamente, que es en la que yo me muevo, la caída sería estrepitosa. Todavía están a tiempo de recomponer el desaguisado, si desde la Ejecutiva Federal se actúa urgentemente y con valentía, revertiendo la situación, algo que desde Tenerife muchas miles de personas les agradeceríamos.

* Presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa CruzIntegrante de Asamblea por Tenerife

Cándido Quintana*