Circo

Quizá a ello haya contribuido el clima irrespirable que crean los principales partidos políticos en época preelectoral, pero también la absoluta pasividad e indolencia que muestran los jóvenes ante la vida pública, que ven la misma persona en Zapatero que en Rajoy. O lo que es lo mismo, que da igual votar PSOE que PP porque ninguno de los dos les van a solucionar sus problemas.

Al mismo tiempo que se conocía que Canarias, junto a Andalucía, es la comunidad autónoma donde más paro juvenil hay (alrededor del 35%), se sabía también que nuestra región es, tras la andaluza, la que más candidatos imputados llevan los partidos en sus listas.

No se salva ninguno de los importantes. PSOE, PP, CC y NC llevan en sus listas a políticos imputados por diversos delitos relacionados con la corrupción y la prevaricación. Hay delitos y delitos. No es lo mismo estar imputado por mostrar en el parlamento un documento que ya ha sido publicado por la prensa, como le ocurrió al portavoz de los socialistas valencianos, que llevarse dinero crudo aprovechándose del cargo que se ocupa. Al socialista valenciano ya se le retiró la imputación y se le absolvió en un juicio rápido. A Camps, que se hace acompañar de varios imputados por corrupción, le importa un rábano la gravedad de las acusaciones y vuelve a presentarse con una lista repleta de sospechosos.

El juez Garzón, que investigó la trama corrupta Gürtel, se sentará en el banquillo antes que Correa, Álvaro Pérez y su amiguito del alma, el presidente del Gobierno valenciano.

Tiene razón Aurelio Ayala cuando califica de circo la campaña preelectoral, donde todos los partidos compiten por hacer el espectáculo más llamativo. Lástima que los payasos del circo tengan más gracia.