No entraré en comparaciones que están a la vista porque sí quiero decirles que no es justo el relegamiento de un hombre como Pedro González Sosa. Muchos de los que no conocen los entresijos amicales y clientelares del PP se han sorprendido porque lo consideraban el adecuado para el cargo. Que no es mi caso, pues estoy curado de espanto respecto a los sujetos que manosean la isla. Conozco a Pedro de siempre. Era el periodista rival al que había que marcar; con lealtad de colegas pero sin renunciar hacerle la puñeta, faltaría más. En lo que él tampoco era flojo. Lo vi durante años batirse el cobre de la información municipal y cabildicia por cuenta de El Eco de Canarias y luego en su última etapa profesional al frente de la agencia Efe. Fue, a los efectos que me ocupan, cocinero antes que fraile. Tengo infinidad de recortes suyos sobre asuntos isleños que me han sido muy útiles; muchos de ellos referidos al municipio de Guía, del que es cronista oficial.Y tengo un buen número de sus libros, entre los que destacaría la biografía del canónigo Gordillo, que fuera presidente de las Cortes Constituyentes de Cádiz y que es, dicho sea de paso, uno de mis personajes históricos favoritos. González Sosa le siguió la pista por archivos canarios, peninsulares y cubanos para ofrecer un perfil de Gordillo; como se ha ocupado asimismo del imaginero Luján Pérez, que llena nuestra Semana Santa, además de ser autor de una historia de Guía y figurar en la Real Academia de la Historia de España, en la de Venezuela y en el Instituto de Estudios Canarios de la Universidad de La Laguna.Sé que importunarán a Pedro estas líneas. Pero son necesarias aunque sólo sea para poner de manifiesto que los responsables culturales del PP son incapaces de reconocer los merecimientos ajenos y ni siquiera saben quién es quién. No sólo ignoran y persiguen a los que no comulgan con sus postulados sino que extienden su aversión a personas que, como González Sosa, no les son hostiles porque no están en la batalla política ni les interesa perder el tiempo en algo tan horrible y degradante como el alterne social con quienes mandan y gustan de la adulación.No cuenta el PP con nadie que sepa y eso se nota demasiado.