Eliminar el soborno

De pequeño escuchaba “nunca estaré con el ganador mi destino será estar con el luchador de fondo. Estaré con el que no se canse nunca de defender la verdad”. El partido popular ha tenido una oportunidad histórica para demostrar lo que se puede hacer en nuestro país con una mayoría absoluta. Pero se está demostrando que juega mejor sus bazas con diez jugadores que con el equipo completo. Las decisiones de política económica de recortes sin instrumentos de crecimiento económico han llevado a este país a más de seis millones de parados y a la práctica de la estrategia del soborno.

Según los sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de junio de 2013, la corrupción es el segundo problema más importante para los españoles después del paro. Han incidido, posiblemente, las nuevas aportaciones a los casos Bárcenas con entrada en la cárcel, Nóos, EREs de Andalucía, la trama Gürtel, los supuestos en Suiza de la familia Pujol y las dudas de la sociedad sobre la banca al entrar en la cárcel el expresidente de Caja Madrid y muchas presuntas corrupciones latentes en la geografía española, como los casos, de la operación Malaya, la trama de Palma Arena, los episodios de Pallerols y del Palacio de la Música en Catalunya.

Los estudiosos sobre la corrupción en España cuantifican en 800 casos los detectado en los 13 años que van del presente siglo, habiéndose practicado 2000 detenciones, la corrupción está relacionada en su nacimiento fundamentalmente con los años anteriores al 2009 e íntimamente unida al suelo, los terrenos y los constructores. En ese sentido un estudio realizado por la Universidad de la Laguna, cifra en un 88% los casos de corruptelas relacionados con el terreno y los constructores, señalándose que entre el año 2000/2010 se detectan 676 casos de corrupción, disminuyendo los casos detectados en los últimos años. Indicar que los expertos señalan una media de siete años entre el periodo de la intervención policial en el caso hasta alcanzar el juicio oral. Está fuera de toda duda que el Gobierno y el Ministerio de Justicia tienen mucho que mejorar.

En el año 1998 se realizó una encuesta entre más de ciento cincuenta funcionarios de más de setenta países del mundo y la conclusión fue demoledora, “el mayor freno al crecimiento económico fue la corrupción”. Las actitudes corruptas están relacionadas con actuaciones con la Administración, mediante contratos públicos amañados, subvenciones otorgadas, seguros de desempleos, estudios e informes, adjudicaciones de viviendas, adjudicaciones de obras y servicios, prestaciones de empresas públicas, intentar beneficiar fiscalmente a unos en detrimento generalmente de los asalariados, protección a los monopolios de toda índole, acelerar procedimientos judiciales, retrasar esos procedimientos, otorgamiento de licencias de todo pelaje, etcétera, etcétera. España ya tenía un cierto prestigio en aquellos años en el mundo del soborno pero la actual situación de la alta corrupción detectada rompe con el pasado y nos coloca en Europa en un puesto de privilegio alcanzado con todos los honores.

La enfermedad de la corrupción tendrá la consideración de gravedad dicen los expertos en razón de la frecuencia o su presencia generalizada. Los casos aislados son fácilmente detectables pero la generalización de esas prácticas, lleva con el paso del tiempo a una corrupción endémica que los especialistas consideran de difícil radicación en la sociedad. Es evidente que una economía que limite las subvenciones a las empresas, limite las reglamentaciones, defienda la libre competencia aniquilando los monopolios, establezca reformas en sectores obsoletos, implante la trasparencia y dinamismo en el sector financiero y bancario, instale eficientes controles presupuestarios, modernice y potencie el sistema tributario y judicial, está apostando de forma decidida por eliminar el soborno y la corrupción.