El Empleo, sin plan que le ladre

Viene a cuenta del Plan de Empleo al que Bruselas le ha puesto reparos antes de haberle sido presentado. Rodríguez, ya saben, aclaró que nadita tiene que decir la UE porque el Plan es sólo una “estrategia”, no ley positiva de la que debe analizarse su adecuación a los principios europeos y sus normas. Olvidó explicar, mecachis, cómo se come eso de echar a andar una estrategia política sin leyes y reglamentos que concreten y garanticen su aplicación ajustada a derecho.

No sé si parte de esa “estrategia” es retrasar el Plan de Empleo de Gran Canaria. Ya están listos los planes de todas las islas, menos el de ésta, la tercera según se viene de El Aaiún. Todo porque la Universidad de La Laguna no ha elaborado no sé qué informe. La Consejería del dicho Rodríguez evitó que se encargara el trabajo de la provincia oriental a la Universidad de Las Palmas y rechazó los datos que se le hicieron llegar para que sirvieran de base. Dado que los fondos se distribuirán de acuerdo con las necesidades detectadas, está claro el intento de dejar albeando a Gran Canaria y que se jodan los canariones. Hablando en canario, claro, que ya está bien de hacerlo en ampurdanés.

Cambiando de tercio, direles que están trasladando, a Tenerife por supuesto, los fondos de los archivos históricos relacionados con Gran Canaria existentes en el Gobierno Militar de Las Palmas. Son documentos del XVI o XVII y se los están llevando al Museo Militar de Santa Cruz; aunque, eso sí, dejarán un libro registro con la anotación del paradero de los legajos, de los que han volado ya no menos de doscientos volúmenes, me cuentan.

No sé si calificar el asunto de despojo, de expolio o qué. Manu militari, nunca mejor dicho. Y no digo más, de momento, no vayan a acusarme de militarizar el pleito.

Nuevo toque de atención a ver si de una maldita vez ponen en piedras de ocho el Museo de Historia de la ciudad de Las Palmas y su isla que bien podría albergar esa documentación. En el viejo Hospital de San Martín, como proponen quienes saben de estas cosas, justamente alarmados ante el apoyo de Soria a que el edificio sea para el Colegio de Médicos. Lagarto, lagarto, dicen los sabedores de su mala cabeza.