¿De Europa? No, del mundo mundial

Resultaba muy extraño, dada la mesiánica capacidad de los responsables del gobierno de Canarias, dotados, todos ellos ?sobre todo quienes manejan las riendas en la Conserjería de Educación- de unas dotes fuera de lo común, que los datos de ese informe pudieran ser verdaderos.

¿Quién, en su sano juicio, podía pensar que en Canarias, tierra afortunada por los mandatarios que posee, la educación pudiera estar tan mal como dicho informe señalaba? No, estaba claro que algo no estaba bien y, tras las primeras explicaciones sobre la necesidad de interpretar el mencionado informe bajo las coordenadas precisas, ahora nos llega la reveladora epifanía que nos cuenta la esquiva verdad.

En Canarias, la educación está “a la altura de los mejores países de Europa”. Tanto es así que ya han comenzado las negociaciones para que, a partir del próximo curso, los alumnos mayores de siete años finlandeses ?país que ostenta la mejor puntuación en el informe Pisa- pasen, como mínimo, un año disfrutando de las bondades del sistema educativo canario, verdadero referente formativo para cualquier país europeo que se precie.

Me imagino que, al principio, los infantes finlandeses que desembarquen en las islas deberán acostumbrarse, por ejemplo, a que la mayoría de las personas solamente hablen un idioma -y en muchos casos, mal- cuando, en su caso, muchos de ellos ya sabrán dos, uno de ellos, el inglés.

Después está la falta de equipamiento en las clases, el que la informática y las comunicaciones estén, aún, en etapas de desarrollo en las aulas canarias, algo que nada tiene que ver con los estándares que se disfrutan en otros países.

No obstante, eso poco importa frente a las bondades de un sistema tan teórico, arcaico y que, raramente, toca la realidad cotidiana del siglo XXI en el que vivimos.

Si se atiende a la interpretación cardinal a la someten los datos del informe Pisa, tampoco es que la práctica sea tan buena, sobre todo porque puede propiciar la formación de una mente crítica y abierta y eso no sería bueno, nada bueno. Lo importante es tener recogidos y/ o almacenados a los niños y jóvenes y que no molesten demasiado. Luego los temarios se cumplirán, siempre que se pueda, sobre todo porque con lo que se invierte en educación, ya mucho se logra hacer.. perdón...Según el ejecutivo, “se invierte lo suficiente” con lo que nadie se puede quejar, y menos en una cuestión tan baladí como lo es la educación, la cual nada tiene que hacer frente a temas de tanta relevancia como el derbi futbolero insular.

Por lo tanto, está claro que mienten como bellacos, además, quienes dicen que gracias a la incapacidad del actual ejecutivo, muchos alumnos se han quedado sin plazas, becas y demás.¡Tonterías, este gobierno sabe muy lo que tiene que hacer! Y, aunque el mencionado gobierno sea un firme defensor de “la universidad de la vida” no me lo imagino escatimando unos cuantos miles de euros en becas, dada su capacidad para invertir en otros asuntos igualmente importantes para el bien común como lo son la televisión autonómica o la policía, también autonómica.

Lo que yo propongo es que, cada vez que se haga una campaña de promoción de las islas, se anuncie, también, las virtudes del sistema educativo del archipiélago, añadiendo una explicación, a ser posible en formato audiovisual, sobre el erróneo planteamiento del informe Pisa y la necesidad de saber interpretarlo. En una época en la que es necesaria la diversificación, las virtudes educativas pueden ser un reclamo tan bueno como el sol y las playas.

Además, los propios responsables del ministerio de educación finlandés afirman que, a pesar de lo que pueda decir el informe Pisa, hay muchas cosas que mejorar en la educación que se imparte en Finlandia.

Lo única diferencia, si me permiten la impertinencia, es que en dicho país, cuando afirman tal cosa sobre su sistema educativo no están movidos por ningún trasnochado interés electoralista ni están impregnados del poso de cinismo que destilan los actuales responsables del gobierno de Canarias.

Su interés, el de los responsables de ministerio de educación finlandés, tiene que ver con la necesidad de formar a las personas y no crear burros amaestrados a los que con cuatro zarandajas se les logre condicionar para que, una vez llegada la mayoría de edad, continúen votando a los mismos mamelucos de siempre.

Claro que, si se hicieran las cosas como se deben hacer, puede que el actual “status quo” político del archipiélago cambiara y eso sería más desastroso que el peor de los terremotos, vaya que sí.

Eduardo Serradilla Sanchis