Espacio de opinión de Canarias Ahora
El fétido olor de la verdad corrompida por Francisco Úbeda Tarajano
En ese contexto la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha dictado una reciente sentencia, fechada el pasado 22 de noviembre de 2007, por la que se anula la Oferta de Empleo para 2005. La circunstancias han querido que los letrados dialécticamente enfrentados seamos Julio Cabrera (una de las mentes jurídicas más brillantes que he conocido) y yo. Tanto él como yo somos elementos añadidos a este último contencioso, no somos parte y otros podrían haber asumido con igual suerte nuestra función. En este caso la noticia no debiera centrarse ni en el impulsor de la impugnación (el jefe de la policía local) ni en la persona que le prestó asesoramiento hasta abril de 2007 (el que estas líneas escribe), sino en la relación de causalidad entre la gestión municipal censurada en las urnas por los palmenses y el resultado de la sentencia: la anulación de la OPE 2005. Sin embargo, las huestes del PP local (a través de su Viceportavoz, D. Felipe Afonso El Jaber) han decidido hacer suyo el salto y seña Goebbeliano y disparar a discreción con falsas acusaciones sobre una eventual incompatibilidad del letrado que ganó el pleito para Henríquez (como ahora se trata de “echar las culpas” de la sentencia de la parcela de la calle Pavía a los informes de los técnicos municipales).
La verdad material obra tanto en los archivos de la Secretaría General como en los de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento, así como en los propios autos del la Sala de lo Contencioso-Administrativo. Y esta no es otra que tras mi toma de posesión como titular de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria otro letrado asumió la defensa del Jefe de la Policía Local y que no he intervenido desde mi puesto público para influir o presionar en modo al señor Cabrera Barreto. Quien esté verdaderamente convencido de que he incurrido en alguna irregularidad debiera abstenerse de lanzar cortinas sobre el fondo del asunto (un ejemplo más de los múltiples despropósitos de la gestión municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento) y formalizar denuncia ante el Juzgado de Guardia. De esta forma tendría al menos la oportunidad de defenderme, en igualdad de armas, de tan graves como falsas acusaciones en el único terreno en el que me es posible: el jurídico. En estos momentos, cobran gran sentido las palabras de un famoso anarquista (THOREAU) al señalar que hacen falta dos para decir la verdad; uno que hable y otro que escuche, y que nada despide un olor más fétido que el de la verdad corrompida.
*Letrado no ejerciente del Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas y director general de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Francisco Ãbeda Tarajano *
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0