Espacio de opinión de Canarias Ahora
Gracias infinitas, Rafa
Muchos conocieron a Rafa mejor que yo. Lo único que puedo decir es que siempre que lo llamé a su casa para comentar la realidad internacional cuando trabajaba en Onda Isleña y en Radio Guiniguada en toda ocasión me atendió con una sonrisa y una palabra de aliento. Detrás de su alegría se escondían las represalias que sufrió en diversos medios de comunicación por ser un revolucionario libre, un militante de izquierdas, un comunista de la palabra y de la acción, un intelectual comprometido con los más débiles de nuestra sociedad y un internacionalista solidario único.
Me llamó mucho la atención la precisión de cirujano con la que analizaba la I Guerra del Golfo -la de Papá Bush- cómo desentrañó los entresijos de los genocidas bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, lo exacto de su análisis en la agresión contra Irak, la perfecta disección de los procesos democráticos que se están viviendo en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador. Siempre decía que la primera víctima de la guerra y de los golpes de Estado era la verdad, lo mismo que sucedió el 11 de abril de 2002, cuando el fascismo arremetió contra Hugo Chávez y el gobierno socialista de Venezuela.
Él sabía que dándonos a entender las claves de los asesinatos masivos del Estado sionista de Israel contra Palestina o de cómo la tiranía marroquí avasalla ?sin conseguirlo- al pueblo saharaui nos estaba a la vez aportando el antídoto contra la corrupción, la pobreza o la desigualdad en nuestra nación canaria.
Especial sensibilidad tuvo para los miles y miles de trabajadores y trabajadoras que huyen de la miseria en el continente africano ?eso que llaman “inmigración” y que no es otra cosa que supervivencia. Definía el cambio climático como epifenómeno del capitalismo y de manera crítica pero sin renunciar nunca a sus principios marxistas analizó fehacientemente la caída de los países del Este, pero avisando, ojo, que lo que venía después era el caos neoliberal. Acertó, como siempre: la crisis que estamos viviendo a escala planetaria no es consecuencia del socialismo, sino todo lo contrario, de la falta de socialismo.
Venezuela era su pasión, de hecho, vivió muchos años en el querido país, hermano de Canarias y su adhesión a la causa bolivariana ?sin ser dogmático- era inexpugnable. Su otra pasión era Canarias y la literatura, la filosofía y cómo no, el periodismo.
Gracias, Rafa, por existir. Porque compañeros y amigos como tú no dejan nunca de existir. Gracias infinitas, infinitas gracias.
Rubén Alemán
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