Espacio de opinión de Canarias Ahora
Las inquietudes del concejal inglés
Cuenta Quesada que “el alma del inglés colonial es un pequeño Hall. Toda la cosa espiritual de su vida se concentra en el Hall. La vida extranjera y lejana tórnaseles tibia y plácida por la correcta claridad del Hall. Ningún lugar para digerir certeramente un roast-beef como el Hall. El Hall evita la altura de la voz, el desmesurado ejercicio de las manos”.Después de entrevistar el pasado viernes en El Correíllo al concejal del Partido Popular en Teguise, Roger Deign, volví a la novela de Quesada para comprobar que Deign podría haber sido uno de los personajes descritos por el escritor grancanario. Escuchando al edil inglés de Teguise me dio la impresión de que nuestro hombre considera que Canarias es una especie de Hall de un hotel británico, y por tanto se siente obligado a rechazar todo lo que perjudique a las lindas vistas que deben disfrutar los privilegiados habitantes de ese Hall.
Roger Deign manifestó que la construcción de un Centro de Internamiento de Extranjeros junto a la cárcel de Tahíche perjudica al turismo, porque “desde el hoyo 14 del campo de Golf se podrá ver ese centro”. Deign reconoció que en el pleno municipal del pasado jueves había dicho que los inmigrantes africanos pueden contagiar enfermedades tropicales y que son un peligro para la seguridad de la población local. Le expliqué al concejal que eso del contagio de enfermedades tropicales es falso, el máximo responsable de Medicina Tropical del Hospital Universitario de Gran Canaria ha manifestado en muchas ocasiones que los casos de estas patologías que se dan en las islas son de pacientes canarios que van a esos países sin tomar medidas preventivas. Dicen los médicos que para poder sobrevivir en un viaje en cayuco hay que estar sano y fuerte. El edil me agradeció que le diera este dato. Le comenté a Deign que el mismo pueblo de Teguise que ve a los inmigrantes como un peligro para su seguridad ha votado en repetidas ocasiones al político Dimas Martín, que está preso en la cárcel de Tahíche porque es un peligro para los presupuestos públicos, o sea para la seguridad de todos. El ahora edil del PP sabía de lo que le hablaba porque cuando Dimas Martín era alcalde de Teguise le pidió a Roger Deagn un millón de pesetas por la concesión de una licencia municipal, Deagn le pagó medio millón de pesetas para construirse unos apartamentos y los dos fueron condenados por cohecho por el Tribunal Supremo en 1993. Esta condena firme no fue un obstáculo para que el Partido Popular pusiera como candidato municipal en Teguise a Roger Deign que, aunque es un inmigrante británico, no tuvo que firmar ningún contrato de integración porque su antecedente penal era una prueba de que Deign está perfectamente integrado y cumple con las costumbres españolas de otros ediles del PP como los de Telde o Mogán.
Sostiene el concejal inglés que la isla de Lanzarote “es muy pequeña y no cabe tanta gente”, pero debió decir “tanta gente negra” porque si miramos los últimos datos oficiales, en el año 2006 se establecieron en Canarias 4137 ciudadanos procedentes del país del Rogert Deign y 17214 europeos, mientras que de todo África establecieron su residencia en las islas 3255 ciudadanos. En cuanto el perfil buena parte de los europeos son jubilados que no aportan ingresos al Estado, mientras que los africanos suelen ser población joven que cotiza a la Seguridad Social. Pero estos datos no los dijo el concejal del PP en el pleno del ayuntamiento. En la ceremonia de populismo que fue el pleno de Teguise los socialistas acusaron a Deign de xenófobo, aunque se olvidaron de decir que las tesis del concejal del PP (hay demasiados africanos en España) son las que usa el gobierno del PSOE para justificar su apoyo en Europa a las políticas ultraderechistas que pretenden condenar, ¡sin intervención judicial!, a penas de 2 a 18 meses de cárcel a personas cuyo delito es proceder de países empobrecidos, y Rubalcaba declarando que lo hacen para defender los Derechos Humanos. Roger Deign optó por alentar a las masas hablando de las enfermedades tropicales. Por cierto, hoy la tuberculosis se considera una enfermedad tropical. Los protagonistas de la novela de Alonso Quesada estaban enfermos de tuberculosis, como mucho de los ingleses que padecían esta enfermedad a finales del siglo XIX y principios del XX y venían buscando el clima de Canarias para curarse. Cuando la protagonista de “Las inquietudes del Hall” comienza a vomitar sangre llaman al médico del hotel, un inglés llamado Mr. Cross. Oliva le dice: “Doctor, yo debo estar muy mala?en Londres no arrojé sangre nunca”. El médico le responde: “En Londres no se arroja sangre, señorita. Los que pueden arrojar sangre en Londres están repartidos por todo el mundo templado?”. Y arrojaron tanta sangre los ingleses en sus colonias africanas y en Canarias que en el continente sigue la enfermedad y el pobre Alonso Quesada murió de tuberculosis cuando sólo tenía 38 años. Otro dato que Mr. Deign no dijo en el pleno de Teguise.
Juan GarcÃa Luján
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