El insularismo de ATI-CC

Una muestra más de esa manera perversa de entender la política, que tanto daño hace a la unidad de Canarias, la tenemos en los Presupuestos de la Comunidad para 2010 en los que, una vez más, se reproducen desequilibrios económicos.

En esta ocasión se demuestra en datos incontestables, como son los informes de ingresos de la Intervención de ambos cabildos para 2010, que reflejan claramente que las transferencias de capital del Gobierno autonómico que recibe Gran Canaria son 15 millones de euros mientras que el Cabildo de Tenerife recibe 46,5 millones, nada menos que tres veces más, un desequilibrio de 31,5 millones a favor de Tenerife. Son numerosos los ejemplos de lo que hablamos en las cuentas públicas canarias para el presente año, aprobadas en el Parlamento de Canarias con los votos de ATI-CC y el PP.

Palacio de Deportes

Así, en las mismas no se incluye partida alguna para la construcción de la sede del nuevo Palacio de Deportes de Gran Canaria, que albergará en el año 2014 el Campeonato Mundial de Baloncesto, cuando ya el Gobierno central ha puesto, al menos, una señal en los Presupuestos del Estado de 2010 destinada a este fin, y se compromete a financiar un tercio de esta instalación.

Igualmente, no se financia el transporte guiado de Gran Canaria, cuando sí sucede en el caso del tranvía de Tenerife, al que se aportan 9,6 millones de euros, como viene sucediendo en los últimos cuatro años y continuará en el futuro. Asimismo, no existe financiación para nuevos proyectos hospitalarios en Gran Canaria, cuando sí existen partidas para la construcción de nuevos centros en el norte y sur de Tenerife, en concreto en el año 2010 se presupuestan 4,3 millones para los mismos, pero sólo en la construcción llegará a los 62 millones de euros.

No vale el argumento, esgrimido por el PP y por los voceros del Ejecutivo, de que en el capítulo de las inversiones de los presupuestos canarios la diferencia entre Gran Canaria y Tenerife es de sólo 6 millones de euros a favor de esta última isla, pues existe una bolsa de 401,3 millones de euros que no está insularizada, exactamente un tercio del total de los 1.204,5 millones presupuestados para inversiones; dejando, por tanto, una gran capacidad de discrecionalidad al Gobierno canario a la hora de ejecutar las inversiones en unas islas u otras según sus intereses y el color político de cada cabildo.

Nos preocupan, además, las inversiones que conlleva un elevado gasto corriente y que consolidan desequilibrios que luego asume la Comunidad Autónoma. Porque para evaluar la profundidad de los desequilibrios hay que tener en cuenta no sólo la inversión sino sobre todo los gastos corrientes, que suponen cada año más de un 85% del presupuesto canario.

Este gasto es muy difícil de fiscalizar por lo que sería precisa una auditoria externa e independiente para saber cuál es el gasto corriente del Gobierno canario en cada isla. Valga como ejemplo las consecuencias de la construcción de los hospitales del Norte y el Sur de Tenerife, a los que se destina una inversión total de 62 millones de euros a cargo del Servicio Canario de Salud, sin que exista una infraestructura similar para Gran Canaria a pesar de tener parecida población. A esa cantidad hay que añadir las que corresponderán a los costos de equipamiento y a los gastos de mantenimiento anuales; estos últimos se elevarán cada ejercicio por encima de los 62 millones, dinero que pagaremos todos los contribuyentes canarios. Por cierto, una competencia de la Comunidad Autónoma, la sanitaria, cediendo esta su ejecución a un solo Cabildo, fortaleciendo a una institución en detrimento del resto.

Sin olvidar, asimismo, el desequilibrio cualitativo que se plantea cuando se utiliza la gestión del Gobierno y sus niveles de información, como ha ocurrido en diversas áreas en los últimos años, para favorecer a un territorio.

Como hemos venido advirtiendo, son los diputados por Gran Canaria del Partido Popular y el vestigio de ATI-CC en esta isla los que deben explicar los desequilibrios a favor de Tenerife que existen en el Presupuesto de la Comunidad Autónoma para 2010.

Por cierto, una situación, la de los injustos desequilibrios, que perjudica a todas las islas, porque esa forma de distribuir los recursos repercute negativamente en el conjunto de los territorios.

PP y hegemonía de ATI

Especialmente es el vicepresidente del Ejecutivo canario, José Manuel Soria, el que debe justificar ante la ciudadanía por qué acepta sin rechistar la hegemonía que ATI impone en la gestión del Gobierno canario, renunciando a defender los intereses de Gran Canaria, simplemente para mantener su poltrona.

Por eso tengo que insistir en que el Cabildo de Gran Canaria ni miente ni fomenta el pleito insular, sino que denuncia el maltrato a esta isla de un Gobierno bajo la hegemonía de ATI y con la complicidad imprescindible del PP. Los que promueven el insularismo, los que impiden la vertebración, la unidad y la construcción nacional de Canarias, son los que provocan los desequilibrios, no los que denunciamos esa situación.

Román Rodríguez