Espacio de opinión de Canarias Ahora
El ladrón del colchón
Cuando PP Manuel no está a su lado Paulino se siente más grande, saca pecho y se pone a prometer sin matices, con mayúsculas. Como los chiquillos tímidos que salen al recreo el día que el matón de la clase está malo. Esos niños que cuando el matón los mira no se atreven ni a agacharse para abrocharse los zapatos, pero si el matón no viene al cole se apuntan a capitán de uno cuando alguien saca la pelota para echar un partido de fútbol. Así es Paulino cuando no está Soria. Por eso soltó lo de las hipotecas: “el gobierno cumplirá cueste lo que cueste su compromiso de costear por dos años la conversión a fijos de los tipos de interés variables de las hipotecas que pagan muchas decenas miles de canarios que ingresan menos de 30.000 euros y poseen viviendas de menos de 250.000”. El presidente anunció que “la ficha financiera no tendrá límites, cumplirá con todos los que quieran acogerse a este plan”.
Ahora resulta que el “cueste lo que cueste” se ha transformado en “ño, eso cuesta un montón, chacho, entonces no”. Bueno, realmente Paulino no se atreve a decirlo en plan “habla canario”, el presidente de nuestra gente prefiere contarnos otra cosas, como si las hemerotecas no existieran o si la memoria del personal fuera tan débil como la de muchos de sus votantes. Rivero dijo ayer que el gobierno cumplirá su promesa “en todos sus extremos”. Esos extremos son: “una bonificación del IRPF por una cantidad máxima de 100 euros al año”. Sobre los cambios de tipos de interés variable a fijo el ejecutivo responde que eso “tiene que ver con el mercado”. Tras leer la noticia de ACN Press de ayer vuelvo a repasar la rueda de prensa que dio Rivero el 23 de octubre de 2007, en aquel despacho de la agencia EFE de cuarenta y seis líneas y de 4000 caracteres no aparecía por ningún lado la bonificación de 100 euros del IRPF. La noticia se titulaba: Rivero: “El gobierno asumirá, cueste lo que cueste, las ayudas a las hipotecas”. Ayer Rivero metió en la chistera el “cueste lo que cueste” y sacó un conejo de cien euros. Soria fue más sincero, y no negó que Rivero había prometido las ayudas para los cambios de tipos de interés, aunque aclaró que esa promesa no está en el pacto de gobierno, la promesa la hizo Rivero por su cuenta el día que salió solo al patio del colegio. Soria le echó la culpa al mercado, no aclaró si al mercado del Puerto, al de Vegueta o seguramente al de El Sauzal. Mi admirado consejero de Economía declaró ayer a La Provincia que el gobierno no puede cumplir la promesa del presidente porque “había un colchón que con los cambios de coyuntura desapareció”. Por eso no entiendo la estrategia de Paulino de mentir sacando el conejo de los cien euros, podía haber hecho lo mismo que Soria, echarle la culpa al que robó el colchón.
Juan GarcÃa Luján
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