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Macron se fue a la guerra, qué dolor, qué pena

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Ya terminado este artículo leo lo siguiente:El director del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) de la Federación Rusa, Sergei Naryshkin. Según los datos recibidos por el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, ya se está preparando un contingente para ser enviado a Ucrania, en la etapa inicial serán unas 2 mil personas”, señaló Naryshkin. MOSCÚ, 19 de marzo. /TASS/. Si se confirmara, Macron sí va a la guerra.

Mambrú fue a la guerra ha sido una popular canción, nada infantil en sus orígenes, se compuso en el siglo XVII por soldados franceses  para burlarse del supuesto fallecimiento del británico, John Churchill, Duque de Marlborough que comandaba a los ingleses en la batalla de Malplaquet,  que los galos perdieron en 1709, sin embargo el antepasado de Churchill no había muerto. La canción llegó a España, Marlborough se rebautizó Mambrú. Macron robará ese protagonismo  a Mambrú,  les apunto que en ruso sería así “Мамбру пошел на войну”, por si llegan a escucharlo, sinceramente no me pidan pronunciarlo. 

Macron me recuerda los monólogos del humorista Gila, me lo imagino llamando a Putin y diciéndole: “¿Ustedes podrían parar la guerra un momento? ¡Que si pueden parar la guerra un momento!” Y añadiría de mi cosecha: Disculpe, es que mando a mis soldados¨ Nadie en su sano juicio entiende que se avise al contrario de lo que se pretende hacer. 

 Macron: ¿qué noticias traerá? Do-re-mi, do-re-fa,

Macron está empeñado en emular a Charles de Gualle, sinceramente sería  un espectáculo grotesco si no fuera porque es una potencia nuclear, preside Francia y su ego compite con la Torre Eiffel.  Estoy harto de tanta ligereza, de afirmaciones y decisiones que para nada cuentan con la ciudadanía. ¿Alguien le ha preguntado a los franceses si quieren participar en una guerra? ¿A la Asamblea Francesa?

Macron, exempleado de Rothschild, al que se le creó un partido para su presentación a la Presidencia, se ha convertido en el portavoz del globalismo, mientras el mundo anglosajón adopta cierta  distancia y un protagonismo limitado de sus líderes. En pocas palabras han dejado que la UE  se confronte con Rusia mientras, como en la segunda Guerra Mundial,  esperan su momento y da instrucciones., 

Aportación de Francia a la guerra.

Macron se implica a destiempo, incapaz de transmitir convicción, contradictorio, curiosamente  mostró la posición más débil  de   la Unión Europea durante los primeros tiempos de la Guerra de Ucrania. Francia es el país decimoquinto en aportaciones humanitarias, de armamento y financieras  a Ucrania, por delante tiene por supuesto a Reino Unido y Alemania, pero también Polonia, Noruega, etc… En pocas palabras su compromiso en números no paga el liderazgo. ¿Pero qué  motivos inspiran esa animosidad guerrera?

¿Qué motiva su participación?

En mi opinión serían las siguientes:

  1. El presidente galo lo han desahuciado de África, también a su moneda, hasta 1958, CFA significaba Colonias Francesas de África, ahora nada sutilmente se  denomina Comunidad Financiera Africana, en el fondo, misma sigla, expolio similar  y que permitía recaudar cerca  de 500000 millones al año, también esa expulsión progresiva del continente le dificulta el acceso a materias primas. 
  2. Internamente afronta graves problemas: la reforma de las pensiones que sacará por decreto, sin apoyo ni parlamentario, ni social, una importantísima deuda de tres billones de euros, la alta inflación, los agricultores, la extensión de la violencia social, la deficiente sanidad, motivo de malestar social.  ¿Será  todo esto lo que le lleve a este inusitado espíritu bélico?
  3. El globalismo es consciente que la victoria de Rusia en Ucrania conlleva un cambio de tal transcendencia y radicalidad que establecería un Nuevo Orden Mundial, acabando con el surgido tras la Segunda Guerra Mundial,  una victoria rusa sería el fin del proyecto globalista. Macron es  su herramienta y las victimas serán los ciudadanos europeos.

La participación de otros países, no sólo Francia, convendría atender a los movimientos de Rumania, Moldavia y Polonia,  escalaría el conflicto, ya solo habría extinción y ningún orden. Como dijo Jacques Lacan, psiquiatra y psicoanalista francés:“ No es que no haya verdades establecidas, pero se confunden entonces tan fácilmente con la realidad que las rodea…”

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