María San Gil vuelve a casa… con Aznar

Entre los más beligerantes se encuentran los más neocon de FAES, ese grupito de expertos internacionales -denominado GEES- que son más de derechas que el mismísimo George W. Bush. Sus víctimas favoritas son Carme Chacón, José Luís Rodríguez Zapatero y Rajoy. GEES aterriza con frecuencia casi cotidiana en Libertad Digital y no deja títere con cabeza. En el editorial del periódico de Federico Jiménez Losantos se defiende a Israel y se presenta a Zapatero como aliado de Hamás y de ETA. Mientras, los oyentes de la COPE descalifican a Rajoy y le indican que la absolución a Mayor Oreja llegaba tarde y que ya no volverían a votar al PP que él preside.

La puntilla

A Rajoy la puntilla se la ha clavado Aznar a través de María San Gil. Si el jefe de la derecha política creía que atrayendo a Mayor Oreja tenía suficiente como guiño de complicidad hacia el sector más radical del PP, se ha equivocado. Una vez más, Rajoy se ha equivocado. La rehabilitación de Mayor Oreja ?que había llegado a declarar que no se fiaba políticamente de Rajoy- molesta a los sectores más moderados o centristas que hay entre los populares. Y, lo que es peor, los primeros que se mofan de él son los representantes del núcleo duro del aznarismo. Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio, debe de barruntar un Rajoy tambaleante, que da la impresión de estar a punto de ser noqueado.

Calisto y Melibea

Todo esto parece una comedia de enredo o un sainete. Y si supiéramos quién ejerce de Celestina en este carrusel de amores y desamores, podríamos denominar tragicomedia -como la de Calisto y Melibea- a lo que está pasando ahora en Génova 13 y sus alrededores. Ha vuelto al redil pepero, a casa San Gil ?que fue, por cierto, una pésima gestora del PP en Euskadi, y a sus resultados electorales me remito- pero se ha ido con Aznar, que en teoría es el pasado, despreciando a Rajoy que no se sabe bien si es el presente y muchos intuyen que, desde luego, no tiene ningún futuro.

(*) Director de El Plural(*) Director deEl Plural

Enric Sopena (*)