Espacio de opinión de Canarias Ahora
La mezquindad de la política canaria
Pero si a todo esto unimos la mezquindad de la política y de los políticos en su mayoría, con excepciones a los que les tenemos gran admiración y respeto, lo cierto es que a uno no le extraña que cuando llega una cita con las urnas la abstención alcanza unas cifras preocupantes, pero que reflejan la profunda decepción de los ciudadanos con los servidores de la cosa pública, y dos piedras. Desde hace años me estoy convenciendo a mi mismo de que no voy a ir a votar especialmente en las elecciones autonómicas por ese sistema electoral que nos atenaza a todos los canarios, y al final haciendo de tripas corazón cumplo con lo que considero un deber moral de todo ciudadano que se interese en la res pública. Después vienen los cuatro años siguientes y no salgo de un cabreo continuo y venga de nuevo a escribir sobre el sistema electoral, la triple paridad canaria, y las paridas de los políticos. En los últimos años, con la llegada de esa bocanada de aire fresco que parece representar un político de la valía de Juan Fernando López Aguilar, me volví a ilusionar, pero sinceramente, a mis años, golpes nauseabundos como los de La Oliva y Valle Gran Rey vuelven a confirmar que hay una mayoría de sociatas que andan apegados al posibilismo y lo que ellos denominan lo políticamente correcto, que no es otra cosa que pactar aunque sea con el diablo para alcanzar una consejería, una dirección general, alguna migaja en la cosa pública, si es posible con coche oficial y secretaria.
Las disfunciones y las disensiones en el seno del Partido Socialista Canario están volatizando a pasos agigantados lo que representó la ilusión de una trilogía de calidad formada por López Aguilar, José Miguel Pérez y Jerónimo Saavedra. Las tensiones internas se perciben por todos los rincones, y hechos como los interpretados por Domingo Fuentes, líder de los socialistas majoreros, enfrentado a su presidenta Olivia Estevez y al secretario regional canario, Juan Fernando López Aguilar, dan una idea de cómo están las cosas entre los socialistas obreros. Cuando ahora podían haber aprovechado la profunda crisis de Coalición Canaria y el Partido Popular, con Paulino Rivero y José Manuel Soria en sus horas más bajas, los socialistas canarios se ponen a jugar con fuego y a intentar conseguir un carguito, que ya son muchos años sin pisar moqueta. Si José Luis Rodríguez Zapatero y Juan Fernando López Aguilar no hacen una profunda limpieza en el PSC/PSOE, mi consejo es que pongan un chiringuito, una tienda de aceite y vinagre y vendan chochos y pejines. Pero no pueden seguir vendiendo humo al pueblo canario con ese miserable fuego que han encendido.
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