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Nardy y los indigentes

Juan García Luján / Juan García Luján

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¿Cómo solucionamos ese problema en San Roque? Pues de una forma muy sencilla. Se lo cuento al ayuntamiento sin pedirle nada cambio, me apunto a asesor gratuito en tiempos de crisis. En mi barrio no hay bancos. Ni de madera, ni de cemento, ni si quiera de esos otros bancos que te prestan dinero cuando no lo necesitas y te quitan la casa cuando estás jodido. En el parque que hay en la entrada del barrio, antes de subir al Batán, hay unos muros que parecen bancos o unos bancos que parecen muros. Están hechos un asco. No sirven ni para dormir la mona después de ingerir varios litros de vino barato. Además en ese parque hay mucha humedad, por eso a nadie se le ocurre echarse a dormir ahí.

En la calle principal del barrio hay una valla que está rota hace por lo menos dos años, cada vez que paso por ahí tengo que agarrar bien al chiquillo para que no se me caiga por un terraplén. El otro día estuvo el alcalde por el barrio. Jerónimo Saavedra inauguró unas obras del Plan Zapatero. El asfaltado del acceso a un nuevo edificio de oficinas de la Universidad, con sus jardincitos, sus aceras anchas, su disco de paso de peatones.El edificio todavía está en obras, pero el ayuntamiento ya cumplió con los señores académicos. Una maravilla, los burócratas de la universidad y los profesores que usen esos despacho se lo agradecerán. También inauguró el alcalde unas escaleras de acceso al colegio de las monjas. Los alumnos, padres y madres, y las monjas también agradecidos todos.

Pero los que no llevamos a nuestros hijos al colegio de monjas ni trabajamos en la universidad, los que queremos usar el parque, los que cruzamos por un paso de peatones que hay después de una curva peligrosa, los que subimos escaleras con tapas rotas los desagües de Emalsa? La mayoría del barrio, y los de la Matula con la piedra que se cayó en su casa, y los de San Juan que tienen las calles llenas de pancartas pidiendo un parque, y los de las Rehoyas que encuentran en los voluntarios del colectivo Rehoyando el apoyo que no les de Servicios Sociales del ayuntamiento, y los que estos días tocan en la puerta de esos Servicios Sociales y les dicen que no los pueden recibir hasta dentro de un mes? Toda esa gente creo que tiene problemas más graves que los vecinos de Luis Doreste Silva que están molestos con un hombre negro que da gritos.

Los sindicatos acusan a Nardy Barrios de racista por la carta que la concejala envió el pasado 18 de mayo al edil de la Policía. En la misiva publicada en Canarias 7 Nardy Barrios dice “Está existiendo graves problemas con un indigente de raza negra, al sentarse en unos bancos situados en la calle Luis Doreste Silva nº 44. Los vecinos me piden que mantenga los bancos, pero que por favor te comunique que durante unos días una patrulla haga ronda por la zona para que este señor desaparezca del entorno del barrio”. No creo que sea racista decir “indigente de raza negra”, como tampoco lo hubiera sido escribir “indigente alto y rubio” o “indigente pelirrojo”. No deberíamos distraernos en la cáscara.

El problema es esa visión policial de la pobreza. El problema es considerar la presencia de un pobre en un banco como un asunto estético o molesto para los vecinos. El problema está esa frase que pide policías para que “este señor desaparezca del entorno del barrio”. Porque Abbu Bakkar, el indigente negro, se escapó de Sierra Leona para que no lo “desaparecieran” en medio de la cruenta guerra que asola a su país hace más de una década. Me gustaría saber si las señoras o señores que le pidieron a Nardy Barrios que dejara el banco y quitara al negro de Luis Doreste Silva llevan pulseras o collares con diamantes. Porque quizás, tal vez, es posible, que esos diamantes se hayan sacado del fondo de alguna mina de Sierra Leona. Todos los analistas internacionales coinciden en que esa guerra que asola el país africano está provocada por el intento de grupos y empresas por controlar las minas de diamantes. Antes de que lo “desaparezcan” de Luis Doreste Silva los vecinos y los dueños de las joyerías de Luis Doreste Silva y Mesa y López podrían agradecer a Abbu Bakkar, en nombre de los vivos y muertos de su país, los sacrificios que han realizado para que podamos lucir en nuestros cuellos los diamantes de Sierra Leona.

PD: Me contó hoy Nardy Barrios en 'El Correíllo' que también mandó una carta a la concejalía de Servicios Sociales para que intervinieran en este asunto. Por tanto no se quedó sólo en el planteamiento policial. Esa carta, dice Nardy, no la filtraron. Pues para ser justos, aquí queda dicho.

Juan García Luján

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